I Asamblea Continental de la CLOC –VC- Conclusiones de Managua
Con mucha alegría y entusiasmo desde la tierra de Sandino, acogidos por las organizaciones campesinas de Nicaragua, rodeados y fortalecidos por el espíritu de lucha y rebeldía del pueblo nicaragüense que fortalece día a día su proceso de Revolución, Cristiana, Socialista y Solidaria, hemos concluido los trabajos de nuestra I Asamblea Continental de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo CLOC-Vía Campesina.
Celebrando nuestra historia, al compás de las heroicas luchas de los pueblos indígenas, de los campesinos y campesinas de Hondura, Guatemala y Panamá, después de tres días de deliberaciones concluimos en la necesidad de continuar impulsando los procesos de lucha y organización para avanzar hacia la construcción de la sociedad digna, solidaria y revolucionaria que tanto anhelamos y llamamos a las organizaciones campesinas y populares de América Latina a redoblar la solidaridad de clase.
Inspirados en el proceso de convergencia de la CLOC al que se dio inicio en 1991 en Xelajú Guatemala en el II Encuentro Continental de la Campaña 500 años de Resistencia Indígena, Campesina, Negra y Popular (1989-1992) y en el anhelo de avanzar desde las organizaciones y los movimientos campesinos así como de las de pueblos originarios en la construcción propia de una articulación de carácter continental.
De estas tierras con la revolución sandinista al frente, hace 20 años que en el III Encuentro de la Campaña 500 Años de Resistencia, las 20 organizaciones participantes acordamos impulsar la realización del Primer Congreso Latinoamericano de Organizaciones del Campo, que culminó con la constitución formal de la CLOC en Lima, Perú, en febrero de 1994, los 362 delegados de 23 países, jóvenes, mujeres y hombres, de las organizaciones de campesinas y campesinos, de indígenas afrodescendientes y de asalariados y asalariadas agrícolas evaluamos los avances y dificultades en los cumplimientos del Plan de Acción que emanara de nuestro V Congreso realizado en octubre del 2010 en la Mitad del mundo en Quito, Ecuador.
Constamos que hoy vivimos el peor momento de la historia por la obsesión criminal del capital de pretender lograr el control total y absoluto de de los pueblos, la tierra, el agua, la atmósfera y el espacio, poniendo en peligro la vida de la humanidad y el planeta. El agronegocio continúa apoderándose de nuestras tierras expulsándonos masivamente de ellas imponiendo su acaparamiento por el gran capital y avanza en un extractivismo brutal a través de la imposición de monocultivos y grandes plantaciones de monocultivos forestales, de transgénicos con la imposición de plantaciones para agrocombustibles, la minería contaminante o la privatización de nuestros mares, ríos y lagos y nuestros bosques. Criminalizando nuestras semillas e imponiendo semillas transgénicas, apropiándose de nuestras semillas nativas y criollas a través de leyes de patentes y propiedad intelectual.
En su afán de acumulación y monopolización las transnacionales destruyen nuestras fuentes de trabajo y alimentación, empujando a los pueblos a mayores niveles de pobreza, hambre, migración y explotación. El modelo del agronegocio procura el dominio completo de la agricultura y la naturaleza, en alianza de clase con los bancos, grupos financieros especulativos, empresas transnacionales, propietarios de paquetes tecnológicos, burguesías locales, medios de comunicación y aparatos represivos públicos y privados y la subordinación de normas y leyes en muchos de los Estados nacionales.
Reafirmamos ante esta ofensiva del capital, que las comunidades campesinas, afrodescendientes y pueblos indígenas somos hoy el mayor bastión de rebeldía y resistencia y que a pesar de los grandes procesos de expulsión de la tierra y territorios de nuestros pueblos, somos quienes producimos aún la mayor cantidad de alimentos, protegemos importantes fuentes de agua y mantenemos vivas áreas claves de naturaleza y biodiversidad.
Ante toda esta situación nuestra I Asamblea Continental ratifica su firme decisión de continuar avanzado en las estrategias políticas y de lucha para enfrentar los desafíos presentes consolidando nuestra estructura organizativa, reafirmando nuestras articulaciones nacionales, nuestra estructura regional, aprobando nuestra nueva Carta Orgánica y dando los pasos necesarios para continuar nuestro proceso de fortalecimiento de la democracia participativa en nuestra organización.
Hemos podido junto al pueblo nicaragüense constatar los avances logrados por sus luchas, como también los de otros países que han asumido un compromiso con las organizaciones campesinas y la soberanía alimentaria. Saludamos el triunfo de la revolución Bolivariana y de su presidente Hugo Chávez Frías y comprometemos nuestro apoyo al accionar de los gobiernos que respondan a las necesidades y aspiraciones de los pueblos del campo y la ciudad, manteniendo nuestras actitud vigilante, nuestro principio de autonomías, y nuestro compromiso central por la soberanía alimentaria, la lucha por tierra y la soberanía de nuestros pueblos.
Nuestra asamblea reafirmos puntos centrales de nuestras propuestas, luchas y acciones de resistencia, y llamamos a nuestras bases a redoblar sus esfuerzos por avanzar en la discusión, implementación y enriquecimiento de nuestras líneas de acción, desde lo local, lo nacional y regional hasta lo internacional.
Impregnados del espíritu de Sandino y con la presencia en la tribuna de honor de nuestra Asamblea de nuestros queridos compañeros Egidio Brunetto y Ramiro Téllez reafirmamos los compromisos contraídos desde nuestro V Congreso de continuar articulando movilizaciones permanentes y conjuntas en todos los niveles para enfrentar los intereses de las empresas transnacionales y sus mecanismos de control, al mismo tiempo que buscamos construir un nuevo modelo de producción agrícola controlado por los trabajadores, continuar con nuestros intercambio de semillas, nuestros sistemas de comercialización y nuestra propia cultura y espiritualidad. Nuestro futuro modelo de producción agrícola viene de la mano con ampliar la lucha por la tierra y por los territorios y en el objetivo de construir una nueva matriz tecnológica basada en la agroecología y orientada hacia la Soberanía Alimentaria.
Como tarea prioritaria profundizamos en el fortalecimiento de nuestras escuelas y espacios para la formación socio-política de los dirigentes y militantes, por medio del desarrollo de procesos permanentes de formación de la base con plena inclusión de las mujeres y jóvenes, y la promoción de escuelas de formación de nuestros niños y jóvenes en el campo garantía de nuestro presente y futuro de lucha. Conjuntamente continuaremos el fortalecimiento de nuestros medios de comunicación de masas propios y en alianza con múltiples espacios para poder dar la batalla de la disputa de las ideas, los sentidos, los mensajes y la lectura de la realidad.
Ratificamos nuestra posición de alianza con los trabajadores de la ciudad y población urbana, nos comprometemos a impulsarlas con más fuerza la unidad de la clase como una condición imperativa, pues ninguna fuerza social hará sola los cambios necesarios para toda la sociedad, lo que implica romper con el corporativismo y el sectarismo de sólo trabajar en las cuestiones agrarias. Convencidos que la Reforma Agraria Integral es una necesidad de la humanidad y la respuesta para resolver el problema del hambre en el mundo, nos debe llevar a sumar otros sectores sociales a nuestra lucha por la tierra y la alimentación. Igualmente, acordamos trabajar por la defensa, recuperación y reconocimiento de la función social de la tierra, el agua y los territorios e impulsar la agroecología como parte de la solución a la crisis profunda que enfrentamos, que se concrete en el impulso de una campaña mundial de producción de alimentos sanos.
Nos comprometemos a reforzar los vínculos entre la lucha por la soberanía alimentaria y la defensa de las semillas, a resistir de manera coordinada al avance de las legislaciones privatizadoras de la semillas y que criminalizan nuestras reproducción propias, su intercambio o comercialización; seguir denunciando a las semillas transgénicas como herramienta de las corporaciones y amenaza para la salud y el ambiente y resaltar el papel especial que cumplen las mujeres en la producción de alimentos, defensa de las semillas y de la alimentación sana y propias con más fuerza continuaremos llenado de mística nuestra Campaña Las Semillas Patrimonio de nuestros Pueblos Indígenas y Campesinos al Servicio de la Humanidad .
Luchamos para construir un proyecto de sociedad global, justo e igualitario, las campesinas y campesinos rechazamos toda forma de violencia contra las mujeres y desde nuestra Asamblea llamamos a continuar denunciando y haciendo frente a la violencia intrafamiliar en el campo y la violencia que acontece en la mayor parte del mundo contra las mujeres en las empresas y el trabajo asalariado. Saludamos la organización y la lucha de las mujeres por su emancipación y por avanzar en la igualdad de género y su participación en los espacios de poder incluyendo el compromiso de internalizar y llevar a la práctica la Campaña impulsada por la Vía Campesina “Los Campesinos y Campesinas Decimos Basta de Violencia Contra las Mujeres en el Campo”.
Avanzaremos con más fuerza en la lucha contra los agrotóxicos, desde la “Campaña contra los Agrotóxicos y por la Vida” que se lleva adelante en nuestro continente y recorre un camino que va de la lucha contra las transnacionales y por mejorar la calidad de vida (del ser humano y del planeta) al objetivo de erradicar los agrotóxicos en el mundo. Esta Campaña se propone ser una campaña permanente de formación y difusión; de movilización y lucha y de articulación y coordinación con sus ejes de trabajo en la investigación, el terreno jurídico y la comunicación.
Ratificamos una vez más nuestro compromiso internacionalista de solidaridad con los pueblos y con la Revolución Cubana y su lucha por la liberación de los 5 compañeros presos injustamente en los Estados Unidos. Hemos establecido acciones para seguir acompañando a todos los pueblos en resistencia y especialmente a los de Honduras, Panamá, Guatemala y Paraguay y damos nuestro apoyo al pueblo colombiano en la búsqueda de una paz justa que respete las demandas y necesidades del pueblo.
En ese marco hemos iniciado el proceso de transición y traspaso de la Secretaría Operativa hacia el Cono Sur donde si las circunstancias no indicaran otra cosa se realizará nuestro VI Congreso Continental. La Asamblea saludó el invaluable aporte realizado por las organizaciones de la región andina, especialmente las de Ecuador a quienes les tocó llevar adelante por cuatro años la Secretaría Operativa. Valoramos y agradecemos el compromiso de FENOCIN al poner sus mejores cuadros al servicio de esta tarea que hoy con la misma pasión es asumida por el Movimiento Nacional Campesino Indígena de Argentina.
La solidaridad y la alianza son principios estratégicos de la CLOC-VC, nos hemos encontrado con los muchos aliados con los que hemos construido lazos de solidaridad, movilización, lucha y construcción de proyectos políticos comunes y de espacios de formación y formulación de propuestas que en el presente se constituyen en la columna vertebral del desarrollo de las acciones y campañas de la CLOC-VC.
Saludamos los 20 años de existencia de la Vía Campesina Internacional con mucha alegría trabajando para realizar nuestros aportes a la VI Conferencia Internacional y a la continuidad de la lucha contra nuestros enemigos comunes.
Agradecemos con emoción y alegría la recepción fraternal que nos ha dado el pueblo nicaragüense y los compañeros y compañeras de ATC, ARNIG, CNOR, y UNAPA de la Mesa Agropecuaria y Forestal (MAF) de Nicaragua que han organizado esta Asamblea.
Una vez más nos ponemos en pie bajo la consignas
CONTRA EL SAQUEO DEL CAPITAL Y DEL IMPERIO,
¡AMÉRICA LUCHA!
POR LA TIERRA Y LA SOBERANÍA DE NUESTROS PUEBLOS,
¡AMÉRICA LUCHA!
¡SIN FEMINISMO NO HAY SOCIALISMO!
¡GLOBALICEMOS LA LUCHA, GLOBALICEMOS LA ESPERANZA!
I_Asamblea_Continental_de_la_CLOC-VC-_Conclusiones_de_Managua.pdf
I_Asamblea_Continental_de_la_CLOC-VC-Conclusiones_de_Managua_en_Portugues.pdf