Honduras: La Reforma Agraria viene de regreso
El 17 y 18 de agosto próximos se realizará en Honduras, el Foro Nacional por la Reforma Agrario y el Desarrollo Rural para el combate a la pobreza", con el propósito de sensibilizar a la sociedad sobre la necesidad de impulsar un nuevo proceso de Reforma agraria integral y genuina. Después de 27 años la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) realizó la segunda "Conferencia Internacional sobre Reforma Agraria y el Desarrollo Rural" entre el 7 y 10 de marzo del presente año en la ciudad de Porto Alegre, Brasil, bajo el auspicio del gobierno de Luís Ignacio Lula da Silva; para esta ocasión mas de 100 representantes de gobiernos e instituciones gubernamentales se hicieron presentes en la asamblea de tan importante evento mundial.
La sociedad civil internacional, por su parte, instaló su conferencia con el título "Tierra, Territorio y Dignidad" en las misma fecha y ciudad; organizaciones no gubernamentales, representantes de iglesias, movimientos campesinos internacionales, investigadores, académicos, mujer y jóvenes llegaron de los cinco continentes.
La Vía Campesina, como movimiento internacional que integra campesinos sin tierra, pueblos indígenas, mujeres rurales, pequeños y medianos agricultores, jóvenes y asalariados agrícolas organizó la "Segunda Conferencia Mundial de los Sin Tierra". El antecedente inmediato a esta Segunda Conferencia fue la realizada en el año 2000 en San Pedro Sula, Honduras, cuya inauguración oficial estuvo a cargo del ex presidente de la Republica Carlos Roberto Flores.
Este movimiento internacional (La Vía Campesina) que tuvo su sede principal en Honduras desde 1996 hasta el 2004, ha insistido de manera permanente y sistemática ante los organismos internacionales como la FAO y el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA) sobre la necesidad de realizar conferencias internacionales de reforma agraria y soberanía
alimentaria.
Consideramos un logro la realización de esta conferencia de reforma agraria cuya declaración final es contundente cuando hace un llamamiento a los gobiernos del mundo para que impulsen procesos de reforma agraria como condición necesaria para el combate de la pobreza en el mundo rural. La FAO es enfática al considerar la equidad en el acceso al derecho a la tierra de hombres y mujeres y de los pueblos indígenas y cuando hace un llamado a los gobiernos para que donde existan marcos jurídicos que impiden el acceso a la tierra y que no reconocen igualdad entre hombres y mujeres, se reformen dichos marcos jurídicos. La declaración de la FAO es también contundente cuando expresa que es necesario la democratización y el acceso de los sectores antes mencionados a todos los recursos naturales de nuestros países.
En el caso de Honduras desde hace 16 años nos impusieron una ley denominada "Ley de Modernización para el Desarrollo del Sector Agrícola" que derogó artículos esenciales de la ley de reforma agraria que venía rigiendo desde 1962 y la ley de 1975, como aquellos que permitían la expropiación forzosa por incultura u ociosidad de la tierra, penalizaba el latifundio improductivo, recuperaba de inmediato las tierras nacionales y ejidales en poder de particulares y disponía que todas las tierras nacionales, ejidales y fiscales también se dedicasen a la reforma agraria.
Con la "Ley de Modernización Agrícola" prácticamente se privatizó todo, se inventaron un banco de tierras para que los campesinos pudieran "acceder a créditos y comprar la tierra", privatizaron el Banco Nacional de Desarrollo Agrícola (BANADESA), privatizaron la asistencia técnica, entregaron los bancos de semillas y la investigación agrícola a universidades privadas, privatizaron el bosque y desarticularon las instituciones del sector público vinculado al sector agrícola y forestal del país. Hoy tenemos instituciones completamente debilitadas y corrompidas que en nada contribuyen al desarrollo del mundo rural.
Después de 16 años de apertura comercial y de haberse impuesto un modelo económico neoliberal totalmente injusto, excluyente y concentrador de riquezas para unos pocos ha llegado a su fin, así lo declaramos movimientos sociales de todo el mundo, iglesias, investigadores académicos y hasta funcionarios de organismos internacionales como el banco mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la OMC, cuyo último colapso de este monstruo fue recientemente en Ginebra, Suiza; el modelo
económico neoliberal ha fracasado y está muerto. Llegó la hora de cambiar el rumbo de la historia y hacer cambios fundamentales en la economía, en lo social y en lo político; en nuestra América así lo han entendido los pueblos de Venezuela, Bolivia, Brasil, Chile, Uruguay, Argentina y posiblemente México y Nicaragua, países estos donde se están impulsando modelos de economías solidarias, de soberanía alimentaria y de justicia social y solidaridad de las grandes mayorías que en muchos de ellos son campesinos, mujeres e indígenas.
En nuestra patria hemos iniciado un proceso alentador en aspectos esenciales como el de la reforma agraria y el desarrollo rural, precisamente con el ánimo de darle seguimiento a la declaración de la FAO a la que hemos hecho referencia y con el convencimiento que tenemos de que es inaplazable realizar cambios en la política del sector agrícola hondureño. Con la FAO, oficina de Honduras, instituciones del gobierno, la sociedad civil vinculada al sector agrícola, las iglesias, la cooperación internacional y el movimiento campesino hondureño y La Vía Campesina Internacional realizaremos el "Foro Nacional por la Reforma Agrario y el Desarrollo Rural para el combate a la pobreza", el próximo 17 y 18 de agosto, con el propósito de sensibilizar a la sociedad hondureña sobre la necesidad de impulsar un nuevo proceso de reforma agraria integral y genuina, para alcanzar el desarrollo rural sostenible que garantice la erradicación de la pobreza; para crear un espacio de diálogo incluyente que permita una conformación de una alianza estratégica para impulsar el nuevo proceso de reforma agraria y desarrollo rural; para formular un plan de seguimiento de los compromisos adquiridos en el foro con relación al tema de reforma agraria y desarrollo rural, y sobre cualquier cosa declararle la guerra a la pobreza en el campo.
Creemos firmemente que no hay ninguna razón, ninguna justificación, para que más de cuatro millones de hondureños vivan pobres y miserables en el campo, donde se concentran las riquezas naturales como la tierra apta para la agricultura, agua dulce en abundancia, bosques frondosos (la mejor cobertura forestal de Centroamérica), semillas criollas que germinan aun sin fertilizantes, minas de oro, plata, cobre y zinc en abundancia y hombres, mujeres y jóvenes aun con ganas de seguir siendo campesinos. El Foro ha levantado entusiasmo y nuevas esperanzas y debemos apoyarlo todas y todos, las y los que
estamos convencidos que otra agricultura es posible con un campo vivo y floreciente sin hombres y mujeres desnutridos y miserables.
Rafael Alegría
4 de Agosto 2006