Haití: La lucha por la Soberanía Alimentaria en medio de una crisis política y sistémica
El Movimiento Campesino Papay (MPP), una de las organizaciones campesinas más grandes de Haití, celebró su 50 aniversario en 2023. Con casi 60.000 miembros, incluidos juventud campesina, mujeres y hombres, el MPP se centra en la agroecología, la educación popular, la gestión ambiental y las cuestiones de género.
El MPP, que opera en 13 comunas y 35 secciones comunales, utiliza el método de educación popular de Paulo Freire para interactuar con las comunidades rurales. En una entrevista con Capire, Juslene Tyresias, del MPP, habló sobre la lucha campesina en Haití y la batalla actual contra el imperialismo estadounidense. Esta entrevista tuvo lugar durante el Congreso de la Mayoría en Ascenso en Saint Louis, Estados Unidos, en junio de 2024, que reunió a 700 miembros de varias organizaciones de base, partidos, sindicatos y movimientos de derechos humanos.
Juslene también destacó el desmantelamiento sistemático de la soberanía alimentaria de Haití debido a las políticas comerciales neoliberales.
Desde la década de 1980, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) e instituciones como el Fondo Monetario Internacional han impuesto reformas económicas que socavaron la producción alimentaria nacional y aumentaron la dependencia de las importaciones de alimentos estadounidenses. Por ejemplo, en 1995, los aranceles sobre las importaciones de arroz se redujeron del 35% al 3%, lo que tuvo efectos devastadores sobre los precios al productor, la producción nacional y los medios de vida de los pequeños agricultores. En consecuencia, las importaciones de arroz de Haití se dispararon de aproximadamente 7.337 toneladas en 1985 a casi 260.000 toneladas en 2005.
Juslene también abordó los impactos de estas políticas en la salud en su entrevista: “Desde la década de 1980, Haití, que alguna vez fue un país soberano y autosuficiente en términos de alimentos, se ha enfrentado a una afluencia masiva de productos importados. En concreto, el arroz de los Estados Unidos y los países asiáticos está superando nuestra producción local. Según un estudio publicado en febrero de 2024 por la Universidad de Michigan, el arroz importado que consumimos en gran medida en Haití contiene dos elementos cancerígenos: cadmio y arsénico”, afirma.
A principios de este año, Reuters citó el mismo estudio, señalando que las concentraciones medias de arsénico y cadmio eran casi el doble en el arroz importado en comparación con el arroz cultivado en Haití, y algunas muestras importadas superaban los límites internacionales. Casi todas las muestras de arroz importado superaron los límites recomendados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos para el consumo infantil.