Guatemala: Dan cristiana sepultura a familiares exhumados en ex destacamento militar
Después de pasar más de 30 años sin saber del paradero de familiares que fueron desaparecidos durante el conflicto armado interno vivido en Guatemala, el pasado viernes 18 y sábado 19 de julio se llevaron a cabo diez inhumaciones donde familias dieron cristiana sepultura a sus seres queridos cuyos cuerpos fueron encontrados en las exhumaciones realizadas entre los años 2003 al 2005 en el ex destacamento militar de San Juan Comalapa Chimaltenango.
Feliciana Macario del programa dignificación de la Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala – CONAVIGUA- parte de la CLOC Vía Campesina, dijo que después de haber realizado todos los análisis y procedimientos correspondientes familiares pudieron enterrar a sus víctimas.
“Es importante conocer la verdad que ha estado oculta en el dolor, en el llanto y en el recuerdo de familias que durante años habían esperado el momento de tener los restos de su familiares, a quienes dejaron de ver desde hace más de treinta años”, indicó Macario; quien agregó que las diez inhumaciones (nueve hombres y una mujer todos mayores de edad) son parte de los más de treinta osamentas ya identificadas de las más de doscientas exhumadas en el ex destacamento militar.
Agregó que cuando se realizaron las exhumaciones en los años 2003 al 2005 se conoció que en algunas fosas se encontraron familias enteras; “En una fosa se encontró al papá mamá e hijos”, señaló. Macario dijo que aunque han pasado más de nueve años de haberse realizado las más de doscientas exhumaciones en el ex destacamento solo treinta osamentas han sido identificadas, pero se continúa con los análisis correspondientes en el laboratorio de la Fundación de Antropología Forense de Guatemala -FAFG- para poder identificarlos y saber su procedencia.
Dijo que entre las treinta osamentas identificadas había estudiantes procedentes de la ciudad capital, agregó que de los treinta identificados varios ya han sido inhumados.
La representante del programa de justicia de CONAVIGUA, mostró su satisfacción por el acompañamiento que la organización ha dado a los familiares de las víctimas en conjunto con la -FAFG-, agregó que continuará con el acompañamiento a las familias que aún siguen buscando los restos de un familiar desaparecido; “muchas familias desean encontrar a sus seres queridos; eso no borrará todo el dolor y la tristeza pero si dará tranquilidad a las familias al poder darle una sepultura digna a su ser querido”, refirió.
La lideresa Macario dijo que se continuará con el trabajo para que más familias puedan dar cristiana sepultura a sus víctimas, además puntualizó que a la fecha se ha dado acompañamiento a exhumaciones e inhumaciones que se han realizado en diferentes partes del país entre los que mencionó: el ex destacamento militar de Zacualpa el Quiché, San Andrés Sajcabajá, San Pedro Jocopilas, San José Poaquil, así como casos individuales en diferentes comunidades.
“El Estado de Guatemala tiene el compromiso de apoyar a las familias de víctimas del conflicto armado interno, pero sobre todo su verdadero compromiso es reconocer la verdad, reconocer que en Guatemala si hubo genocidio, que hubo masacres, desapariciones forzadas; ese es el principal compromiso del Estado y del gobierno, debe reconocer esa parte, luego debe dar acompañamiento integral a las familias en las exhumaciones e inhumaciones y en un verdadero resarcimiento”, subrayó Macario.
La lideresa lamentó el actuar del gobierno al firmar el acuerdo que contempla “Reformas al Acuerdo Gubernativo 258-2003” del Programa Nacional de Resarcimiento, publicado en diciembre de 2013, porque no se consultó a las organizaciones de víctimas dijo que las organizaciones que dan acompañamiento a las familias víctimas del conflicto armado interno han exigido una ley que sea para atender de manera integral a las familias de las víctimas.
Asimismo indicó que exigen que los fondos que se asignen al Programa Nacional de Resarcimiento -PNR- no sean desviados sino que sean utilizados para dar una atención integral a familiares de las víctimas.
Foto: cortesía de Programa de dignificación/ CONAVIGUA