Foro Campesino: Producir comida para nuestras comunidades

Presentación de Henry Saragih de La Via Campesina en la apertura del foro en Roma – 5 de febrero

Sr. Presidente del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola,
Sras. y Sres. Miembros del Comité Ejecutivo del FIDA y personal del FIDA
Estimadas/os delegadas/os del Foro Campesino,

Me encuentro hay aquí en nombre de LVC, como representante de las pequeñas campesinas y campesinos, de los pueblos indígenas, de las campesinas y campesinos sin tierra, de las mujeres y de las trabajadoras y trabajadores rurales de nueve regiones del mundo.

El Foro Campesino de este año tiene lugar en un momento crucial para la Humanidad: los grandes fracasos condicentes a las crisis alimentarias, climáticas y financieras que han azotado a nuestros pueblos desde hace ya años, se han agravado durante los dos últimos. Cada vez más campesinas y campesinos son desplazados, cada vez más personas padecen hambre, cada vez más comunidades rurales se desmoronan. Aumenta el número de campesina/os que pierden su tierra, de mujeres y jóvenes que no pueden acceder a la tierra, y el número de personas que han de abandonar sus comunidades rurales sigue aumentando. Al la vez, asistimos a una expansión de los proyectos de agrocombustibles y de monocultivos, y el control de las grandes multinacionales sobre los sistemas alimentarios se amplifica por todo el planeta.

Es inaceptable que en plena crisis alimentaria, el precio de los alimentos se dispare hasta el extremo en que muchas personas no pueden comprar alimentos, mientras que las grandes empresas cosechan beneficios excesivos.

Ante esta realidad, la presencia de LVC en este Foro es vital.

Hemos venido aquí para representar a una mayoría de los más de 1.000 millones de hambrientas/os en nuestro planeta. Somos representantes de un movimiento internacional que lucha por combatir el hambre. Yo les traigo nuestro mensaje. El de una visión alternativa para la crisis y el de reafirmar nuestro compromiso por resolver, con todas/os Vds., el acuciante problema de la pobreza y del cambio climático.

LVC cree firmemente que el futuro de la producción de nuestros alimentos está en las manos de nuestras mujeres y niños. Por ello, saludamos la posición del FIDA en torno a la implicación de las mujeres y los jóvenes para lograr una agricultura sostenible y agroecológica.

Permítanme reafirmar el concepto político del modelo de agricultura que, a nuestro juicio, necesitamos. Me refiero a un modelo contrario al actual modelo de agricultura industrial comercial, que sólo favorece la avaricia de las grandes empresas. En nuestro modelo, las personas, mujeres y hombres, trabajan la tierra y producen alimentos para satisfacer las necesidades de las comunidades locales, a la vez que protegen el patrimonio común, como la tierra, el agua, las semillas autóctonas, la cultura y la historia locales.

Nuestro modelo es el modelo de la agricultura sostenible y los sistemas agroecológicos como remedio a la crisis mundial que empuja cada vez a más hombres y mujeres a la extrema pobreza.

Nuestro modelo es una respuesta al cambio climático. Si de verdad queremos luchar contra la crisis del clima, la única vía de avance es la de frenar la agricultura industrial. El « agronegocio » no sólo ha contribuido enormemente a la crisis climática, causando daños irreparables a nuestras comunidades rurales, sino que además ha diezmado a los pequeños campesinos y campesinas de todo el planeta.

No olvidemos que la ofensiva de las grandes empresas contra la agricultura sostenible y las comunidades rurales unida al cambio climático han provocado una crisis migratoria. Ha habido millones de personas que, sin poder sobrevivir en su propia tierra, se ven abocados a la emigración. Desde LVC, creemos que nuestro modelo de producción alimentaria puede aliviar el problema de los desplazamientos forzosos. Por ello, pedimos se respeten los derechos de los trabajadores migrantes y sus familias.

Por otra parte, deseamos subrayar la importancia que para el FIDA tiene reforzar su apoyo directo a las organizaciones de pequeños agricultores y de agricultura familiar, para ayudar a mantener las explotaciones familiares existentes y aumentar su capacidad para continuar su trabajo y contribuir al desarrollo rural. Es fundamental incrementar las capacidades y los recursos que las organizaciones campesinas necesitan para formar y educar a sus miembros –mujeres y varones, jóvenes y campesinos sin tierra.-

El FIDA, si quiere asegurarse de que su apoyo recae directamente a las organizaciones de base de los pequeños agricultores y agricultoras, habrá de cambiar su método de funcionamiento con nosotros, tanto a nivel nacional como regional. Nosotros sugerimos que se cree un protocolo aplicable a nivel regional y nacional para garantizar que cada organización logrará mantener su autonomía, y que los fondos del FIDA de verdad llegarán a los más pobres.

Pedimos el apoyo de todas las partes a la iniciativa de LVC en pro de la consecución de una Carta Internacional de Derechos Campesinos, y a su lucha para conseguir políticas públicas que protejan la pequeña agricultura campesina y sostenible.

Muchas gracias por su atención. Les pedimos, con todos los respetos, que consideren estas, que son nuestras preocupaciones fundamentales, así como las propuestas que les presentaremos durante el diálogo de los próximos dos días.

Roma,

15/02/2010

Henry Saragih, Coordinador General de La Via Campesina