FAO en Roma: Declaración final del foro de la societad civil “Terra Preta”
Terra Preta*: Foro sobre la Crisis Alimentaria, Cambio Climático, Agrocombustibles y Soberanía
¡LA SOCIEDAD CIVIL Y LOS MOVIMIENTOS SOCIALES MARCAN LA DIFERENCIA!
¡SOMOS LA DIFERENCIA!
1 – 4 Junio, 2008
Città dell’Altra Economia (ex mattatoio), Roma
Ahora es el Momento de la Soberanía Alimentaria
Plataforma para la Acción Colectiva
Foro Terra Preta, Roma, 4 de junio, 2008
Las elites políticas y económicas están utilizando la urgente y seria crisis alimentaria y climática como oportunidades para consolidar el control corporativo de la agricultura mundial y los bienes ecológicos comunes. Mientras aumentan el hambre crónico, el empobrecimiento de los trabajadores y los proveedores de comida, la especulación en mercancías y tierras y el calentamiento global, los gobiernos, las agencias multilaterales y las instituciones financieras hacen propuestas que no harán otra cosa que profundizar estas crisis valiéndose de versiones más peligrosas de las políticas que en un principio provocaron la situación actual.
Las acciones de algunos gobiernos y altos mandatarios de la ONU durante la Conferencia de Alto Nivel sobre Seguridad Alimentaria Mundial, Cambio Climático y Bioenergía (la Cumbre de la FAO) constituyen un ataque a los campesinos que son proveedores de comida2 (entre los cuales las mujeres están en primera línea) y los bienes naturales comunes.
En una crisis de alimentos y energía similar en 1974, las élites políticas y económicas fragmentaron las instituciones internacionales existentes en la época, quitando con ello a los pueblos y a los gobiernos el poder de responder con conocimientos y prácticas apropiadas para los contextos locales. Los programas de ajuste estructural diseñados por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional prepararon las condiciones para crisis de alimentación recurrentes a través de políticas de liberalización que minaron la capacidad local y nacional de ser autosuficientes en la alimentación y de crear políticas adecuadas.
Desde entonces, las crisis alimentarias han sido explotadas por las compañías de agronegocios y las élites locales y globales para concentrar su poder sobre la agricultura, la pesca, tierra y territorios, aguas, semillas, la cría, el transporte la distribución y las fuentes de energía. Las mismas élites están explotando la crisis del clima, que es acumulativa y se acerca rápidamente, por medio de transacciones de mercado como el comercio en carbono y emisiones y tecnoajustes como los agrocombustibles y tecnologías patentadas, incluyendo la biología sintética. Algunos organismos multilaterales están creando las condiciones políticas para permitir conglomerados corporativos que incluirán la energía, los agronegocios, la biotecnología y la industria automovilística.
En la actualidad el sector corporativo es mucho más poderoso que hace treinta años y controla gran parte de los sistemas globales de alimentación y energía. Tal como es hoy, la Fuerza de Tarea de Alto Nivel de la ONU facilitará la convergencia aún mayor de los actores más poderosos de los sectores de los negocios, la tecnología y las finanzas privadas para obtener beneficios en nombre del manejo de la crisis, mientras ignoran deliberadamente el saber local probado de los campesinos y los hallazgos de IAASTD3 que recomiendan apartarse significativamente de la agricultura dependiente de productos químicos hacia prácticas más agroecológicas y no propietarias.
Nosotros —más de cien organizaciones provenientes de cinco continentes—, los participantes en el Forum Terra Preta4, celebrado paralelamente a la Cumbre de la FAO, proponemos una forma diferente y sostenible de responder a las persistentes crisis ecológicas y al cambio climático y de forjar soluciones que fortalezcan nuestras capacidades, valoricen el papel central de las mujeres en la producción de alimentos, protejan nuestras ecologías y recuperen nuestras comunidades, sociedades y economías. rechazamos el modelo industrial-corporativo con su uso intensivo de energía que es la causa de las constantes crisis. Afirmamos que al paradigma de la Soberanía Alimentaria de los Públicos constituye el marco guía de nuestras futuras acciones y para la supervivencia de la humanidad. Nuestros análisis y nuestras posiciones ya están expresados en numerosas declaraciones y llamados a la acción.5
Nos comprometemos a las siguientes acciones:
- No poner nunca en peligro el Derecho a Alimentarse.
- Establecer la agricultura campesina y ecológica, la pesca y la ganadería en pequeña escala como base de la provisión de alimentos, la regeneración de los suelos, la restauración de ambientes naturales como depósitos de carbono, la seguridad del agua y el manejo de la emergencia de la crisis del clima, en particular apoyando la agricultura campesina orgánica, certificada o no.
- Resistir al control corporativo de la alimentación y la agricultura mediante:
- La lucha contra la especulación financiera y el comercio en futuros sobre alimentos;
- La insistencia en que el Relator Especial de la ONU y otros mecanismos internacionales interesados actúen contra cualquier violación del derecho a la alimentación;
- Seguir construyendo nuestra capacidad de luchas contra los acuerdos de libre comercio;
- Desarrollar campañas de solidaridad entre los movimientos sociales y otros aliados;
- Conseguir fondos de adaptación y mitigación para la producción de alimentos sostenible y con baja producción de carbono por campesinos, y asegurar que esos fondos no contribuyan a la violación del derecho a la alimentación. En particular, insistir en financiación gubernamental y multilateral para los campesinos productores de alimentos.
- Incluir la agricultura que contribuya a la soberanía alimentaria en el marco de futuras negociaciones sobre el cambio climático, particularmente los compromisos de Kyoto post-2012 que se negociarán en 2008 en Polonia y en 2009 en Dinamarca. Al mismo tiempo, en el Foro Social Mundial seguiremos construyendo nuestras alianzas.
- Promover e impulsar la reforma agraria integral como requisito previo para la protección de nuestras tierras, territorios, aguas, biodiversidad y conocimientos. Especialmente:
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- Afirmar los derechos de los trabajadores agrícolas bajo la Convención 118 de la OIT;
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- Oponernos a todas las instituciones, políticas y corporaciones, así como al paradigma subyacente, que amenacen el derecho al acceso a la tierra y al agua a los campesinos, los pueblos indígenas, las comunidades locales, los jóvenes y los trabajadores;
- Resistir a la mercificación, la privatización y la especulación los bienes naturales comunes;
- Promover y proteger los derechos de las mujeres reconociendo su contribución esencial como proveedoras de alimentos, y apoyar firmemente el derecho de acceso a la tierra de los jóvenes.
- Organizarnos va la producción y exportación de agrocombustibles tan como las promueve y controla el sector privado y las facilitan ciertos gobiernos y organismos multilaterales, también en conferencias internacionales propuestas como la de noviembre de 2008 en Brasil, así como en las futuras conferencias sobre el cambio climático en Polonia y Dinamarca.
- Dialogar con gobiernos nacionales y organismos multilaterales para apoyar políticas que fortalezcan el derecho a la soberanía alimentaria y a una alimentación adecuada, incluyendo:
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- Educación de poblaciones locales, escuelas y políticos;
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- Diálogo a nivel internacional con instituciones e instrumentos de apoyo (por ejemplo, los lineamientos voluntarios sobre el Derecho a la alimentación y la Oficina de la Alta Comisión sobre derechos humanos de la ONU, la Declaración sobre Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU, la Comisión sobre Desarrollo Sostenible, la IAASTD, etc.)
- Prepararemos un nuevo modelo de administración internacional de la alimentación y la agricultura que tenga como propósito central promover e impulsar la soberanía alimentaria. Para ese fin, llevaremos nuestras contribuciones colectivas a la conferencia de la FAO sobre la Evaluación Externa Independiente a final de este año, y estaremos atentos a los resultados y las recomendaciones.
Nuestras tareas inmediatas son:
- Exigir que los gobiernos busquen hacer justicia a las víctimas de la emergencia alimentaria, penalizando mediante la justicia criminal a las empresas e instituciones (incluso gubernamentales) cuyas acciones, beneficiándose de insumos y productos agrícolas, han violado el derecho a la alimentación de las comunidades.
- Establecer una Comisión sobre Soberanía Alimentaria, bajo los auspicios de las Naciones Unidas, constituida por representantes de gobiernos y organizaciones de pescadores, campesinos, gansderos en pequeña escala y pueblos indígenas, para identificar, documentar e impulsar estrategias colectivas para resolver las crisis de la alimentación y del clima.
- Aumentar nuestra capacidad de construir conocimiento colectivo y de análisis, así como nuestra capacidad de hacer cambios y de organizarnos para vigilar los resultados de esta Cumbre de la FAO.
Son los campesinos quienes alimentan al planeta y reclamamos respeto y apoyo para que continúen haciéndolo. Sólo la Soberanía Alimentaria puede ofrecer soluciones equitativas, justas, sostenibles y a largo plazo para las apremiantes crisis de la alimentación y del clima.
¡NO HABRÁ SOLUCIÓN A LAS CRISIS DEL CLIMA Y DE LA ALIMENTACIÓN SIN NOSOTROS!