Guatemala: plantón frente a Embajada de Honduras en solidaridad con los y las campesinas del Bajo Aguan

Guatemala y el mundo enfrenta una crisis alimentaria y climática; el hecho de que el número de personas hambrientas en el mundo haya subido de 800 millones a 1,000 millones en los últimos años, aunado a la terrible hambruna en diferentes lugares como Somalia, muestra que el sistema alimentario dominante de las corporaciones es incapaz de alimentar al mundo, a la vez de que las emisiones de gases de efecto invernadero producidos por el mismo modelo calientan el planeta y dañan a la Madre Tierra.

En América Central el porcentaje de personas subnutridas supera el 10 %, y solo en Costa Rica dicho porcentaje es menor al 5 %. En cinco de los seis países de Centroamérica, más del 19 % de los menores de 5 años sufre desnutrición crónica moderada y la peor situación se da en Guatemala donde 49% de los niños menores de 5 años padecen desnutrición crónica.

Nuestra madre tierra sigue siendo destruida y contaminada por las empresas mineras, hidroeléctricas, cementeras y empresas que se dedican a la siembra de monocultivos.  Esta destrucción que las empresas transnacionales realizan en nuestros territorios, han acarreado repercusiones negativas para miles de familias como el desvío de ríos para las plantaciones, con el consiguiente desbordamiento en época de lluvias, así como el despojo de tierras a campesinos a través de compras forzadas.

La mayor parte de la tierra cultivable en el país está en pocas manos y a pesar de ello, las grandes empresas siguen despojando a las familias de sus tierras. Denunciamos que las grandes plantaciones de monocultivo repercuten de forma negativa en el país; una de las repercusiones que se deja ver es en los precios de la canasta básica ya que se destina cada vez más, un número mayor de hectáreas de tierra a los agrocombustibles, por lo cual, el número de tierra disponible para granos básicos disminuye y  los precios de éstos aumenta.

Ante las luchas por la Vida que las campesinas y campesinos realizamos, se desata, por parte de los gobiernos neoliberales, la represión en contra de nuestras organizaciones. Esta represión se vive de forma aguda en las comarcas panameñas donde reiteradamente se ha reprimido a los pueblos originarios de Panamá; en Honduras donde una brutal represión se ha desatado contra los campesinos y campesinas del Bajo Aguán en donde se han asesinado a casi 100 compañeros y compañeras y más de 3,000 han sido procesados judicialmente y  en el Valle del Polochic, donde después de dos años de haber sido desalojadas y un año que el presidente se comprometió a dotarles de tierra, casi 800 familias todavía siguen en abandono.

Como organizaciones de la Vía Campesina, reafirmamos que  continuaremos con la defensa de la vida por ende defenderemos nuestra Madre Tierra y el agua Nosotros y nosotras,  demandamos la Reforma Agraria Integral Popular como parte de la construcción de la Soberanía Alimentaria, la autonomía y auto determinación de los pueblos, el Derecho a decidir nuestras propias políticas agropecuarias, desarrollar nuevas relaciones y valores entre hombres y mujeres y entre estos con la naturaleza.

Las organizaciones de la CLOC Vía Campesina en Guatemala condenamos la  persecución, criminalización y asesinatos de compañeros y compañeras dirigentes, que en los últimos meses se han incrementado. Nos solidarizamos con nuestros hermanos de la región Centroamericana especialmente con los hermanos y hermanas hondureños/as en el Bajo Aguan, y las/os hermanas/os Panameñas/os en las diferentes comarcas que siguen siendo perseguidos por defender sus territorios.

Finalmente, exigimos a los gobiernos de los países de la región respetar los derechos individuales y colectivos, y que se investigue a los autores materiales e intelectuales responsables de enlutar al pueblo campesino