Hoy 17 de abril se recuerda el Día Internacional de la Lucha Campesina en conmemoración de miles de hermanos campesinos que dejaron su vida en largas jornadas de lucha por la reivindicación de sus derechos, en especial la matanza hace 12 años de 19 trabajadores sin tierra en Brasil.

Lucha que se ha mantenido a lo largo de estos años, y de la cual hemos formado parte como representante de la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras-FENOCIN, junto a las bases filiales nuestras, con quienes hemos batallado en contra de Tratados de Libre Comercio, como el ALCA y el TLC, concebidos para destruir nuestra Soberanía y en especial nuestra Soberanía Alimentaria defendiendo una verdadera Revolución Agraria que permita que los campesinos vuelvan a cultivar la tierra que los vio nacer, y seguir luchando con dignidad.

Es importante que el mundo entero sepa que uno de los objetivos a nivel mundial del campesinado es la defensa de la Soberanía Alimentaria, que busca impulsar, proteger y fortalecer la producción nacional por encima de los agronegocios, cultivándola de forma orgánica y sin productos químicos que atenten contra la salud del ser humano.

Debemos tomar conciencia real que tal como lo indica la Vía Campesina, que agrupa a organizaciones del mundo, la crisis alimentaria mundial está comenzando a aparecer en su imagen real este año, porque las empresas transnacionales están entrado al negocio de los biocombustibles para alimentar autos.

Por ello como indígena-campesino ratificó mi compromiso que desde la Asamblea continuaré con la lucha por establecer una verdadera Soberanía Alimentaria que significa comida para todos, y que si se consigue implementarla a nivel mundial podría contrarrestar el efecto del calentamiento global así como seguir la lucha por la reivindicación y respeto de los derechos del campesinado, no solo de Ecuador sino de toda Sudamérica, y el mundo.

Es importante conocer que tal como consta en el documento realizado por la Vía Campesina, de la cual la FENOCIN es miembro, durante las últimas décadas el hambre estaba “escondida” en áreas rurales o zonas marginales. Ahora el número de hambrientos va aumentando y mucha más gente ya no puede aguantar más.

África y Asia son los mayores afectados por el hambre y la miseria en las zonas rurales, y por los efectos crecientes del cambio climático. El desarrollo económico y el crecimiento benefician solamente a una minoría
de la población y provocan daños ambientales y no resuelven la situación extremadamente precaria de la gran mayoría. En la India el auge económico beneficia solamente a una pequeña parte de la población. Al mismo tiempo, la economía basada en el campesinado esta siendo destruida  y miles de campesinos acaban con sus vidas suicidándose por la desesperación y la pobreza. Jóvenes campesinos de Indonesia, Filipinas, Tailandia, Bangladesh tienen que abandonar sus familias y aldeas para ir a otros países, porque allí no hay posibilidades de poder ganarse la vida.

En la región de Latinoamérica se da un fenómeno similar. La tierra cultivable ya no pertenece a población rural. Tienen que trabajar la tierra de la que fueron propietarios como mano de obra barata. Algunos
huyen a las ciudades y fuera de los países de origen intentando mejorar su vida, pero por desgracia cada noche tienen que irse a dormir con el estómago vacío.

Las grandes empresas transnacionales de agronegocios (TNC) quieren aumentar su control sobre la alimentación mundial y la economía agrícola. La liberalización del comercio y la inversión en la agricultura lo ha hecho posible.

Los subsidios gubernamentales destinados a las TNCs de agronegocios en el norte están siendo dirigidos a la agricultura industrial, eliminando granjas en el Norte y en el Sur por medio de precios bajos de dumping. A
través de la revolución verde, las TNCs de agronegocios excluyen la sabiduría y los conocimientos locales en la agricultura e imponen nuevas tecnologías e insumos agrícolas que los campesinos tienen que comprar, dependiendo así de la tecnología y entregando los pocos recursos a las empresa transnacionales.

Claramente, las agronegocios de las transnacionales quieren acabar con la agricultura familiar y acabar que sean los campesinos alimenten las personas en el mundo, porque sus objetivos son controlar el mercado
mundial de los alimentos y convertir la producción campesina en producción industrial. Después de expropiar a muchos pequeños agricultores y campesinos, explotan a los consumidores aumentando lo precios mundiales de alimentos.

Pero esto es algo que podemos cambiar a través de nuestro trabajo, y toda vez que más personas tomen conciencia de la importancia de apoyar la Soberanía Alimentaria, de volver a cultivar las tierras, de sembrar si dañar el ecosistema, nuestros países podrán salir del subdesarrollo en el que nos ha sumido el imperialismo.

Por todos aquellos campesinos, indígenas y negros que no están hoy aquí con nosotros en cuerpo, pero sí en su espíritu aguerrido, y por todos aquellos que aún continúan en la lucha, me uno a esta recordación. Que viva la Lucha Campesina-Indígena en el mundo.

¡GLOBALICEMOS LA LUCHA… LOBALICEMOS LA ESPERANZA!

HASTA LA VICTORIA SIEMPRE

Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras del cuador – FENOCINFENOCIN –

Quito, 17 de abril de 2008