Comunicado de la Unión Nacional de Productores Agropecuarios Costarricenses

Comunicado 17 de abril día internacional de la lucha campesina

Queremos en este día conmemorar la muerte, el sacrificio de hombres y mujeres del campo,  que han derramado su sangre por el simple hecho de defender lo que nos pertenece, desde siempre y por siempre,  nuestra tierra.

También celebrar y no dejar que pase en vano tanta tristeza, tanto dolor disperso por el mundo campesino, para dejar constancia de que nuestra lucha, continúa y que por muchos siglos más estaremos presentes,  porque sabemos  que no vamos a  desaparecer, seguiremos construyendo esperanza con nuestro sudor y trabajo, que  estamos dispuestos y dispuestas a ofrecer, con el proposito firme de lograr una comunidad más organizada y combativa para vivir  dignamente.

Hacemos esta declaración sabiendo que hay una crisis mundial que empobrece y reduce cada vez más la permanencia y la vida en campo. Con esto el capital continúa destrozando hasta lo más profundo las entrañas de nuestra madre tierra.

Nos comprometemos a seguir luchando por conservar y recuperar nuestras tierras que están siendo arrebatadas por intereses mezquinos de empresas trasnacionales que aprovechándose de nuestras necesidades, nos despojan de nuestro patrimonio, de nuestra biodiversidad, de nuestra agua, de nuestros bosques, de nuestra cultura campesina.

Asumimos el compromiso  de proteger y promover un  Medio Ambiente  ecológicamente sano y equitativamente social,  porque de su sobrevivencia  depende nuestra existencia. Vemos con preocupación y angustia el  calentamiento de nuestro planeta, somos victimas y afectados del Cambio Climático,  nosotros queremos vivir y morir en esta tierra, si los defensores del sistema capitalista y neoliberal desean o pretenden trasladarse a otras galaxias, les exigimos que no contaminen este planeta porque los pueblos campesinos e indigenas  queremos permanecer aquí.

Defenderemos siempre el agua como un derecho humano inalienable, elemento fundamental para nuestra Soberanía Alimentaría.  Este líquido vital está siendo amenazado por los  intereses transnacionales y mercantilista de los gobiernos de turno, algunos que con su desmedida avaricia la ven como fuente de riqueza  y no cómo un derecho. Cada río de nuestras tierras son considerados represas hidroeléctricas a manos de privados, provocando el desplazamiento de las comunidades campesinas y las inundaciones de las tierras fértiles para la producción eléctrica para alimentar el consumo desmedido del capitalismo salvaje.

Nuestras semillas, nuestro conocimiento tradicional campesino y biodiversidad  están en peligro por el egoísmo de empresas transnacionales que han logrado introducirse en la institucionalidad comprando conciencias y ejerciendo derechos de propiedad intelectual, hoy ya tenemos la aprobación de una ley en la Asamblea Legislativa sobre la protección a las Obtenciones Vegetales, el Tratado de Budapest (microorganismos), y además hay en puerta una ley para las empresas semilleras que busca la certificación de las semillas campesinas que es lo mismo que  el patentamiento de nuestra vida, nos están convirtiendo en un mercado cautivo.

Hemos nacido en un sistema patriarcal, donde en pleno siglo XXI  principalmente las mujeres del campo, mujeres valientes y sabias, han sido   severamente perjudicadas por estas políticas excluyentes y neoliberales, condenando a nuestras familias campesinas a la desintegración familiar en la búsqueda de otras alternativas de sobrevivencia como la migración del campo a la ciudad o bien buscar actividades que sean complementarias con las labores del campo.

Hoy nos proponen que hay que fomentar la producción con un plan nacional de alimentos, nace pregunta: ¿Para qué?  ¿Para quiénes? Es sólo  una política nacional que va intentar apalear también el hambre del mundo en Costa Rica  sólo para los que puedan pagar. Esta clase oligarca no piensa en alimentar al pueblo, ni tampoco en la Soberanía Alimentaría, es  sólo una forma más en para aprovecharse a costillas de los que no tienen, porque un pueblo hambriento esta a merced del gran negocio del clientelismo político que en estos momentos de campaña electoral toma mayor auge por la manipulación de los que menos tienen a favor de las políticas que hoy por hoy tienen al campo en luchas permanentes por la vida.

Hoy más que nunca hacemos un llamado a toda la población costarricenses a las mujeres y hombres de la ciudad, de las zonas  rurales, de los pueblos indígenas y mis compañeros y compañeras campesinos que unamos  fuerzas que se sienta correr nuestra sangre caliente  por las venas  que nuestros  antepasados  nos llaman a luchar por lo que es nuestro: la tierra.

Reiteramos nuestra firme decisión de asumir el reto que significa sobreponer a los deseos individuales;  la construcción de un país y una cultura campesina, donde todos poseamos  las condiciones mínimas y vivamos dignamente, luchemos todas y todos juntos  por una Patria Equitativa, Solidaria,  Comunitaria y Ecologicamente Sustentable.

Lidiette Hernández
Secretaria General
UNAG-Costa Rica