El día 17 de abril de 1996, durante una manifestación del “Movimiento de los Sin Tierra”, diecinueve campesinos fueron asesinados por la policía brasileña. Desde entonces, en esa fecha se conmemora el Día Internacional de la Lucha Campesina, en recuerdo de los caídos y de las luchas de los sectores campesinos en general.

En Costa Rica, el pasado 17 de abril de 2009, las jornadas de conmemoración tuvieron, además, un enfoque de género: la Red de Mujeres Rurales de Costa Rica convocó a diversos sectores a un foro bajo el lema “Mujeres y Lucha Campesina”.

Desde las distintas regiones del país llegaron integrantes de la Red de Mujeres Rurales, dirigentes de sus respectivas organizaciones comunales, a exponer, en el Auditorio Clodomiro Picado de la Universidad Nacional, sus visiones, los problemas que enfrentan, en fin, sus luchas.

La Red de Mujeres Rurales es un esfuerzo de articulación de mujeres campesinas, provenientes de organizaciones exclusivamente de mujeres, aunque también de organizaciones mixtas, por todo el territorio nacional, en defensa de sus intereses y derechos. A pesar de las muchas limitaciones, la escasez de recursos y la dispersión de la población, la Red ha conseguido generar agendas políticas con las inquietudes de sus integrantes en varias regiones, y las había presentado el 15 de octubre del año pasado en celebración del Día Internacional de la Mujer Rural en el Miniauditorio de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Costa Rica. Como se ve, el trabajo que ha venido desarrollando esta agrupación, desde su fundación en agosto del 2006, ha sido intenso. A lo largo del 2007 la Red desarrolló encuentros con mujeres campesinas en seis regiones del país para llevar información sobre los efectos del TLC en la población campesina de cara al referéndum que se realizó en octubre de ese año.

Durante la actividad del viernes pasado las representantes de la Red enumeraron los principales problemas de sus regiones, a la vez que expresaron sus visiones sobre las alternativas de desarrollo, principalmente en el tema de conservación de la biodiversidad y la resistencia contra las semillas transgénicas y patentadas en el sector agrario.

En estrecha vinculación con los acontecimientos de 1996 en Brasil, y con la reivindicación más sentida del campesinado en toda América Latina, pusieron sobre el tapete, ante la Gerenta General del Instituto de Desarrollo Agrario-IDA, el problema de la tenencia de la tierra para cultivar y la desventaja que en este tema presentan las mujeres del campo costarricense. Específicamente los casos de Finca Nueve de Palmar , Finca Puntarenas, también en la zona sur, la población desalojada de Medio Queso de Los Chiles, en la frontera norte, y Bambuzal en el Atlántico.

Denunciaron la problemática que muchas de ellas viven en sus comunidades en cuanto al acceso al agua potable, en regiones como Pital, en San Carlos, Buenos Aires, en el Sur, y varias comunidades de Siquirres como El Cairo, La Francia, Luisiana y Milano, así como La Perla, de Guácimo, donde el agua que consumen está altamente contaminada, principalmente a causa de la actividad piñera.

Las expositoras también hablaron acerca de los grandes problemas de las mujeres del campo en un tema fundamental: la salud. En este sentido, no solamente destacaron el escaso acceso a servicios de salud que tienen las mujeres campesinas, sino que hicieron ver otros factores que afectan el bienestar, como por ejemplo, en palabras de Rocío Nuñez, “las condiciones deplorables de trabajo en empresas trasnacionales, como las meloneras, los sandillales, las piñeras y bananeras”. Otra de las representantes de la Red se refirió a las limitaciones para la producción por la falta de recursos: falta de tierra, de dinero para inversión en proyectos productivos, con que cuentan las mujeres campesinas.

Además, como alternativa a la economía de mercado y sus nefastas consecuencias, algunas de las cuales justamente fueron señaladas durante la sesión, las mujeres explicaron cómo resisten a los embates de las dinámicas neoliberales desde proyectos productivos agroecológicos, así como su visión sobre el tema de la seguridad alimentaria, tal como expresó Orfa Condega: “la agricultura en manos de los pueblos es la única garantía de producción sostenible, de una mejor distribución de recursos y de resguardo de esos recursos para la producción”

La actividad contó con el apoyo de la Fundación Friedrich Ebert y la Cátedra de Desarrollo Rural de la Escuela de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional.

Carlos Regueyra Bonilla