Europa, entrevista sobre la situación lechera
La Vía Campesina Europa, junto a otras organizaciones vinculadas a la producción lechera en Europa como la Junta Europea de la Leche (European Milk Board, EMB) y Justicia para Agricultores en Europa (Fairness for Farmers in Europe, FFE) han denunciado un nuevo intento por privatizar la política lechera en ese continente y afectar a campesinos y campesinas a escala planetaria.
En ocasión de la conferencia sobre la Política Lechera Europea organizada en Fougères, Francia, el pasado 29 de noviembre por parte de la Confédération Paysanne y la Coordinación Europea Vía Campesina, dichas organizaciones plantean que dicha política busca favorecer a las empresas exportadoras trasnacionales antes que a los productores primarios y a los consumidores europeos en general.
“L@s productor@s no quieren producir más para ganar menos” señalan las organizaciones para puntualizar que “no podemos basar una economía lechera sana en la venta a pérdida (precio de la leche por debajo del coste de producción)”.
La privatización de dicha política se busca a través de la “contractualización” en la que las grandes empresas aumentan sus ganancias en función de una mayor explotación a los campesinos ganaderos de leche tanto dentro como fuera de la Unión Europea (UE).
“La regulación de la producción es indispensable para preservar una producción lechera campesina sostenible y repartida por los diferentes territorios europeos” dicen las organizaciones quienes señalan asimismo que la contractualización no tiene en cuenta los costes de producción y sucede que cuando hay excedente del producto –por razones climáticas u otras- los precios que reciben los productores es “ruinoso”.
A la hora de definir la política europea en materia de este producto de primera necesidad la balanza está inclinada, invariablemente, del lado de las trasnacionales exportadoras, generando graves perjuicios no únicamente a los productores europeos sino también a aquellos que producen en los países destino de estas exportaciones subsidiadas.
Así lo comentó en entrevista con Radio Mundo Real desde Bruselas, Bélgica, Isabel Vilalba, campesina gallega y referente de este tema por Vía Campesina Europa.
“Nosotros pensamos que los países tienen el derecho de desarrollar su política alimentaria, sobre todo en rubros de primera necesidad como lo es la leche. A eso se le suma la dinámica de aumento en el coste de la energía que se vincula incluso con el factor del cambio climático y hace que los países que basan su política alimentaria en muchas exportaciones y muchas importaciones, pues tienen gran debilidad para la seguridad alimentaria de sus poblaciones”, dijo Isabel en enlace telefónico.
En 2015 se liberaría la producción de leche en Europa buscando aumentar la producción y por ende las exportaciones de productos elaborados fuera de la UE.
Para Vía Campesina eso conllevará largos períodos de aumento de precios y otros de caída por debajo de los costes de producción, arruinando granjas familiares y campesinas y en definitiva acentuando el proceso de volatilidad de un alimento básico, reflexionó la entrevistada.
“Esto va a ser muy perjudicial tanto para la población consumidora como para los productores; no así para la industria”, dijo, “pero nosotr@s no queremos producir más para ganar menos”.
De prosperar esta política, se acentuará el abandono de fincas por parte de campesinos europeos, presionados por contratos ineludibles por parte de las empresas. “En el año 2009 –recuerda Vilalba- hubo una crisis de la leche de la cual emergieron grupos de trabajo que elaboraron lo que llamamos ‘paquete leche’ en que se establece claramente un desequilibrio en la cadena de valor de manera que a la parte productora se le imponen condiciones ruinosas, abusivas y sin poder contrarrestar el poder de los grandes conglomerados industriales”.
Asimismo, recordó que la producción intensiva de leche se realiza a través de la importación a la UE de grandes cantidades de insumos alimentarios para el ganado provenientes de países del sur, con lo cual también se fomenta una reprimarización de las economías de los estados periféricos.
“El objetivo debe ser la alimentación de los pueblos. La leche y otros productos de primera necesidad no puede ser objeto de un mercadeo que en ocasiones suponga la ruina de la parte productora ni que no asegure la accesibilidad para las personas consumidoras”, resumió Isabel Vilalba.