ECVC propone una Directiva Europea sobre Tierras Agrícolas para Frenar la Concentración de Tierras y Garantizar Más Campesinxs en Europa
ECVC ha publicado hoy una propuesta redactada por campesinxs para una Directiva Europea sobre Tierras Agrícolas. La directiva describe cómo las instituciones de la UE pueden aplicar políticas agrarias justas, democráticas y sostenibles para combatir las crisis económica, ecológica y climática y garantizar la soberanía alimentaria, ya que sin acceso a la tierra lxs campesinxs no pueden producir alimentos de buena calidad para la población.
Como reconoce la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), la tierra agrícola no es una mercancía como las demás; es un recurso valioso, escaso y amenazado. En 2013, en Europa, el 3,1% de las granjas controlaba el 52,2% de las tierras, mientras que el 76,2% de las granjas solo poseía el 11,2% de las tierras agrícolas. En Italia, el 20% de las granjas reciben el 80% de las subvenciones de la PAC y controlan el 75% de la superficie agrícola utilizada. En Hungría, particulares y empresas extranjeras se han apoderado de hasta un millón de hectáreas mediante contratos fraudulentos. La expansión de las granjas lleva a la industrialización de las prácticas, y hoy el 60-70% del suelo de la UE está degradado.
Frente a estas tendencias, ECVC viene reclamando desde hace tiempo la aplicación de una Directiva Europea sobre Tierras Agrícolas. Se trata de una norma mínima para luchar contra la concentración y el acaparamiento de tierras, promover el uso agroecológico de la tierra y favorecer la renovación generacional. La propuesta presentada hoy es el resultado de un rico proceso liderado por las bases, en el que han participado organizaciones campesinas de toda Europa, junto con varixs aliadxs, académicxs y abogadxs. En ella, ECVC elabora un análisis de la situación de la tierra en Europa y propone varias medidas importantes: la limitación de las superficies, la constitución y el buen funcionamiento de bancos públicos de tierras, su asignación a jóvenes campesinxs y a proyectos agroecológicos, y la regulación pública de las transferencias de derechos de uso de tierras agrícolas.
La necesidad de una legislación europea sobre la tierra también ha sido reconocida por el propio Parlamento Europeo. En un informe de iniciativa propia de 2017, el PE reconocía que el acceso a la tierra es un derecho esencial y pedía la armonización de las políticas agrarias europeas sobre la base de las Directrices voluntarias para una gobernanza responsable de la tenencia de la tierra del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA). Siguiendo estas recomendaciones, ECVC pide a las instituciones de la UE que se vuelvan a implicar en este importante debate, y ofrece su propuesta sobre una política agraria transformadora como base para este trabajo.
Tove Sundström, componente del Comité de Coordinación de ECVC, de la Articulación Juvenil de ECVC y de la organización sueca de campesinxs NOrdBruk, explica: “El acceso a la tierra es un derecho. Garantizar este derecho es necesario para el futuro de la agricultura europea. Debe ser una prioridad en las políticas agrícolas nacionales y europeas. Para ECVC, es necesario duplicar la población agrícola para 2040, y esta directiva es uno de los principales pilares para lograr este objetivo. La próxima Comisión debe incluirla en su plan de trabajo”.
Antonio Onorati, campesino de la organización campesina italiana ARI, añade: “Esta directiva es también una herramienta para exigir y apoyar las necesarias reformas agrarias a nivel local y nacional. Es una herramienta que, sobre todo, nos permitirá garantizar la renovación generacional que tanto necesitamos.”
Es hora de abandonar nuestro enfoque mercantil de la tierra y reconocer sus importantes funciones sociales, culturales y ecológicas. La UE debe actuar para garantizar el acceso a la tierra y el asentamiento de un gran número de campesinxs. Las Directrices Voluntarias del CSA y el artículo 17 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los campesinos y otras personas que trabajan en zonas rurales deben ser la base de cualquier política de la tierra. La tierra no es una mercancía; ¡la tierra es un derecho!
Notas para la edición
Lea la propuesta de Directiva Europea sobre la Tierra Agrícola de ECVC.