#COP27: Promover la Soberanía Alimentaria y la Justicia Climática desde fuera y dentro de este evento
(Sharm el Sheikh, Egipto) La Vía Campesina es conocida desde hace tiempo por organizar espacios paralelos a los momentos políticos clave en los que los gobiernos, las corporaciones y las instituciones intergubernamentales toman decisiones sobre la tierra y el territorio, todo ello sin la participación real de quienes viven y trabajan allí. En anteriores COP, estos espacios externos han tomado la forma de cumbres populares organizadas por movimientos campesinos locales. Allí, los pueblos indígenas han intercambiado semillas entre sí, y lxs líderes campesinos de todos los rincones del mundo han celebrado animados foros educativos para el público en general.
Pero esta COP en Egipto ha sido muy diferente. Los movimientos de justicia social se han visto obligados a cambiar su enfoque principal hacia una estrategia interior estratégica debido a las condiciones políticas impuestas por las autoridades egipcias. Y aunque no haya lugares públicos para ondear nuestras banderas y alzar nuestras voces, estamos aquí. Representando las demandas de nuestras comunidades campesinas que están viviendo en la primera línea de la crisis climática en diferentes partes del mundo. La Vía Campesina tiene tres objetivos superpuestos para la COP27: estudiar, movilizar y practicar la solidaridad internacional.
Un componente central de la solidaridad internacional que hemos puesto en acción esta semana ha sido la celebración de múltiples actos de habla con nuestrxs aliadxs de los movimientos sociales dentro de la COP. El 16 de noviembre, nos unimos a la Red Ambiental Indígena, al Movimiento por las Vidas Negras, a la Alianza por la Justicia Climática, a la Red de Defensores del Medio Ambiente de Asia-Pacífico y a la Alianza contra el Cambio Climático de Micronesia para decir la verdad al poder en un panel sobre la importancia de nuestras soluciones de primera línea para afrontar la crisis climática.
La Vía Campesina estuvo representada por la Organización Boricuá de Agricultura Ecológica de Puerto Rico (Boricuá) y el Foro de Pequeños Agricultores Ecológicos de Zimbabue (ZIMSOFF). “Sabemos por experiencia que podemos crear comunidades resilientes frente a la crisis climática”, dijo Chengeto Sandra Muzira, del ZIMSOFF. Y añadió: “Utilizar y guardar semillas indígenas en los hogares nos permite romper los ciclos de dependencia. Al garantizar que cada familia tenga un banco de semillas y acceso a los conocimientos tradicionales, estamos rechazando los transgénicos que nos han fallado repetidamente y los acaparamientos de tierras que nos amenazan continuamente.”
Javier Andrades, de Boricuá, explicó que en el contexto puertorriqueño, el capitalismo del desastre, el colonialismo y la crisis climática han desbaratado los sistemas alimentarios de la agricultura y la pesca a pequeña escala. El cambio climático ha alargado y reforzado la temporada de huracanes en el Caribe, y la agricultura industrial ha destruido los frágiles ecosistemas de la isla. Pero Boricuá contraataca con la agroecología. “Los que promueven falsas soluciones no quieren que la gente vea que lxs campesinxs han alimentado a la humanidad durante generaciones”, dijo Javier. “La agroecología es un trabajo duro, y es un estilo de vida”, dijo, haciendo hincapié en que la eliminación de la agricultura convencional es un proyecto intergeneracional e intercomunitario. “Es increíble formar parte de un movimiento global que capacita a la gente para alimentar al pueblo”.
Las soluciones de primera línea están diseñadas a medida por las comunidades para las comunidades. Estas soluciones reales están unidas por un compromiso con la Soberanía Alimentaria y la justicia ecológica que se basa en el cambio del sistema, y debemos promover este cambio siempre y cuando sea posible, tanto desde fuera como desde dentro.
Mira el evento completo donde participó nuestra delegación.