Comunicado de la CPE sobre agro-combustibles

COMUNICADO DE PRENSA

Las organizaciones sociales rurales: campesinas, de productores  agropecuarios, comunales, sindicales, indígenas y afrocolombianas, reunidas en Bogotá el 28 de marzo de 2007, expresamos nuestro público rechazo a la política y los proyectos de ley que el gobierno de Álvaro Uribe Vélez impone contra el sector rural y la nación en general, en especial el Tratado de Libre Comercio TLC con Estados Unidos, los proyectos de ley Estatuto Rural y la reducción de las transferencias a los departamentos, municipios y resguardos indígenas.

Energía, clima, agricultura:
Los agro-combustibles industriales no van a contribuir a solucionar ni la crisis agrícola, ni la crisis climática.
Van a entrar en competencia con la producción alimentaría.
Es urgente de cambiar las políticas agrícolas, comerciales y energéticas.
Las explotaciones agrarias pueden contribuir por otras vías a frenar la crisis climática.

Al término de “bio-combustibles”, preferimos el término “agro-combustible” (el petróleo también es un producto resultante de seres vivos).

1)    Ineficacia energética , económica, y social
Es un error producir industrialmente combustible a partir de maíz, trigo, remolacha o colza. Estos agro-combustibles industriales de primera generación a partir de cultivos intensivos
anuales tienen una eficacia energética muy baja  y un balance mediocre sobre las emisiones de CO².
Es mejor favorecer la producción de aceite vegetal bruto producido en la explotación en vez de
fábricas de agro-combustibles: estas tienen una rentabilidad energética y climática muy contestable, una rentabilidad económica que depende de fuertes subvenciones (reducciones fiscales), y  van favorecer grandes explotaciones en detrimento del empleo rural.
La implantación de estas fábricas previstas cerca de grandes puertos pone de manifiesto que
la prioridad se dará a las importaciones de agro-combustibles tropicales menos costosos.
El desarrollo de combustibles de 2° generación resultantes de otras formas de biomasa (madera, residuos orgánicos) parece más prometedor desde el punto de vista energético que los cultivos intensivos anuales, con la condición de dejar un aporte vegetal suficiente por mantener la materia orgánica del suelo. No obstante los volúmenes de combustibles producidos así  podrán representar sólo una parte marginal de los combustibles que consumimos hoy.

2)    en competencia con la producción alimentaría en Europa y en el mundo
La única incorporación del 5,75% de agro carburante en los combustibles petrolíferos
requeriría un 20% de la superficie de cereales. Utilizando toda la superficie agrícola de la UE, no se podrían proporcionar más que un 30% de las necesidades actuales de combustibles. Si se elige importar estos productos, se desplaza el problema de la competencia con la alimentación en estos países y se mantiene una gran dependencia energética de Europa frente al exterior.
La prioridad debía centrarse en la reducción del transporte. Los países industrializados
desarrollan grandes proyectos de producción de agro-combustibles en países tropicales como Colombia, Indonesia, Malasia, Brasil… en detrimento de la seguridad alimentaría y de la biodiversidad .
Es necesario entablar un amplio debate en Europa sobre las prioridades a dar a la utilización
de tierras. Como el  hecho de que una producción masiva de carne, característica de los países industrializados, consume grandes superficies agrícolas.

3)    subvenciones a agro combustibles en vez de las subvenciones PAC actuales?
La CPE se pregunta sobre la presión  muy importante de la agroindustria en favor de
los agro-combustibles, con el apoyo de la Comisión Europea. Ante la difícil legitimidad de la PAC actual y al anticipar una fuerte reducción del presupuesto agrícola después de 2013, se intenta orientar la opinión pública hacia la necesidad de subvencionar la producción y la utilización de agro-combustibles. Eso garantizaría a las mayores explotaciones y a la industria el mantenimiento de fuertes subvenciones públicas.

4)  Las explotaciones agrarias pueden contribuir por otras vías a frenar la crisis climática
–    modificando los métodos de producción (disminuir prioritariamente el consumo de abonos nitrogenados, que representan cerca de 40% de la energía consumida por las explotaciones)
–    adoptando sistemas de producción y técnicas culturales que aumentan el índice de materia orgánica del suelo, por aumentar las cantidades de carbono secuestrado en los suelos,
–    favoreciendo la producción de aceite de oleaginosas prensada en las explotaciones o localmente, así como el proceso de metanización,
–    favoreciendo el desarrollo de los paneles fotovoltaicos sobre los techos de las construcciones agrarias.

5)  Es necesario cambiar las políticas agrícolas, comerciales actuales
La urgencia climática nos impone abandonar la lógica de la PAC actual y la OMC, que
multiplica los transportes, para volver a la re-localización de la economía, al servicio de la eficiencia, del empleo y del medio natural. Es en este sentido que debe ir la UE en la cumbre del 8 y 9 de marzo, y no dar a creer en la ilusión de los agro-combustibles industriales.

(texto mas completo disponible: www.cpefarmers.org)
Bruselas, 23 de febrero 2007

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  1) La eficacia energética  esta
– en torno de 1 para el etanol de maíz (1,00 = misma cantidad de energía gastada en la producción que el contenido energético en el producto final ),
– 1,06 para el etanol de trigo – 1,14 para el etanol de remolacha- 1,66 para el Ester de colza
– 1,35 (trigo)- 1,25 (remolacha) –  2,23 (colza) si se integran las economías generadas por la utilización en alimentación animal de los coproducíos
El aceite bruto de colza prensado en la explotación tiene mejores resultados (1,88 y 3,8), especialmente sobre las emisiones de CO². Solo el etanol de caña de azúcar obtiene resultados energéticos muy buenos. Pero Europa no lo produce.
Ver estudio de EDEN:
http://www.espoir-rural.fr/images/stories/section/agrocarburants%20%20synthese%20eden%202006.pdf

2)  Ver la carta de ONGs a la UE- http://www.corporateeurope.org/Open_Letter_EU_biofuels