Actualmente hay más de 50 grupos armados activos en Colombia, lo que posiciona al país como el segundo con más crimen organizado en el mundo. La agudización de la violencia en el país está relacionada con la ausencia de mecanismos de protección a comunidades y la no implementación del Acuerdo de Paz en los primeros 5 años de implementación; la política de Paz Total del nuevo Gobierno pretende abordar estos elementos.
A diferencia de la “paz fragmentada”, que puede entenderse como el proceso de diálogo con un grupo armado excluyendo otras estructuras armadas activas, el nuevo Gobierno está impulsando una “paz total” que pretende avanzar, no sólo en el diálogo con el Ejército de Liberación Nacional – ELN, sino también en el sometimiento a la justicia de otros grupos armados ilegales.
Con esta política se espera desmovilizar cerca de 13.000 personas en armas, 4.000 de ellas agrupadas en el ELN, 2.500 en los grupos disidentes de FARC, 600 de los “pelusos”, un grupo disidente del Ejército de Liberación Popular – EPL y 3.500 del grupo paramilitar Autodefensas Gaitanistas de Colombia – AGC, también llamadas Clan del Golfo.
Los procesos de diálogo y sometimiento a la justicia de los grupos armados ilegales se complementarán, en el marco de esta política de paz total, con la sustitución de economías ilegales y espacios de diálogo regional con la población civil a fin de discutir las necesidades sociales, los modelos de desarrollo y productivo de los territorios.
Para poner en marcha esta política ya se radicó un proyecto que modifica la ley de orden público a fin de establecer la política rectora en los diálogos con el ELN y el acogimiento a la justicia de las organizaciones criminales. También se crean las “regiones paz”, que serán agrupaciones de regiones o departamentos con situaciones especiales en materia de violencia donde se facultará a las autoridades locales a desarrollar acuerdos humanitarios con los grupos armados, lo cual puede ayudar a promover las propuestas de diálogo humanitario que vienen impulsando organizaciones sociales en distintos territorios del país desde el 2017.
La paz total ya se abre camino. El pasado 16 de septiembre iniciaron los diálogos regionales, que se desarrollarán en 50 regiones hasta el mes de noviembre y que pretenden convocar a la ciudadanía para discutir sobre las necesidades particulares de sus territorios e incluir sus propuestas en el Plan Nacional de Desarrollo.
Asimismo, en los primeros 15 días de Gobierno se descongelaron las negociaciones con el ELN y se han realizado acercamientos con las AGC y disidencias de las FARC. Hasta el momento se ha identificado la disposición de los grupos para hacer parte de la paz total, pero también su desconfianza en los gobiernos por los incumplimientos pasados y los obstáculos a la paz; con todo, ya son 22 las estructuras armadas que han expresado su disposición de sumarse a la paz total. A finales de septiembre el presidente Petro informó sobre la posibilidad de un cese multilateral del fuego con los grupos armados que deseen dialogar con el gobierno.
Texto y foto: La Vía Campesina Colombia
