Colombia : La CLOC-VC pide la integración de la UNDROP a la Constitución
El 29 de marzo el Congreso de Colombia aprobó en quinto debate el proyecto que reconoce al campesinado como sujeto de derechos. Sin embargo, en el proyecto aprobado se eliminó la integración de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos y de Otras Personas que Trabajan en las Zonas Rurales (UNDROP) al bloque de constitucionalidad, así como el reconocimiento del campesinado como sujeto político.
El proyecto aún tiene 3 debates en el Congreso para su concreción, por lo que se espera que en el marco de los mismos se apruebe la integración de la UNDROP. A continuación compartimos el comunicado de CLOC-Vía Campesina Colombia al respecto:
Las organizaciones integrantes de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo-CLOC, La Vía Campesina, Movimiento campesino Internacional, LVC, capitulo Colombia, ante la propuesta del acto legislativo “Acto Legislativo 254 de Cámara y 019 Senado de 2022, por medio del cual se reconoce al campesinado como sujeto especial de protección constitucional y se integra el bloque de constitucional el texto de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los campesinos, campesinas y de otras personas que trabajan en las zonas rurales”, como sujetos políticos de especial protección, manifestamos:
La definición de la política y el horizonte del país ha estado históricamente en manos de sectores dominantes y poderosos, como los actores económicos, quienes usan y manejan el territorio nacional a su antojo y como una despensa de riqueza sin límites. Han permeado las instituciones de distinto orden y los mecanismos e instancias de definición y consulta de políticas públicas, impidiendo la participación efectiva de las comunidades rurales y más apartadas.
Las manifestaciones de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), en rechazo y saboteo al proyecto de Acto Legislativo, y de otros voceros en el congreso, son evidencia del claro interés de algunos sectores económicos por perpetuar las condiciones de actuales de explotación y exclusión, así como el interés de dar continuidad a la racionalidad económica causante de la actual crisis climática, crisis económica, el hambre para las masas populares, entre otras.
Es urgente dejar de ver al campesinado como fuente de mano de obra barata para el agronegocio, después de su desplazamiento, para ser reconocido como actor clave en la construcción de territorio y país, así como en el desarrollo económico de la nación.
Las comunidades campesinas, indígenas, étnicas, entre otras más que habitan la ruralidad, han sido y serán las protagonistas en la producción alimentaria nacional, han aportado y seguirán aportando significativamente al PIB y en alimentar las multitudes de familias que engruesan las industrias colombianas.
El trabajo y la movilización realizada por movimientos y organizaciones campesinas, étnicas, rurales y urbano populares por el reconocimiento político del Campesinado se viene consolidando desde hace muchos años, a través de distintos gobiernos y niveles de la institucionalidad, nacional e internacional, buscando ir más allá de la escueta legislación existente y de la simple visión proteccionista del “campesinado como sujeto de especial protección”.
Por lo anterior, ratificamos la importancia de reconocer la existencia y aporte de los (as) actores (as) rurales, sus territorios y territorialidades, así como sus expresiones organizativas, económicas y culturales confirmando nuestro apoyo a la aprobación en quinto debate en la Comisión Primera del senado de la república del Acto Legislativo 254 de Cámara y 019 Senado de 2022, que medianamente reconoce la lucha que durante siglos han realizado las comunidades campesinas y que abona a la construcción de la Paz con Justicia Social que merecen los y las nadies de la Colombia de a pie.
Sin embargo y ante la desconfianza de quienes tienen a la guerra, el despojo y la arbitrariedad como bandera, aquella misma clase dominante que procura quitar derechos fundamentales y estigmatiza los esfuerzos colectivos de quienes construimos país, hacemos un llamado al Estado Colombiano para que igualmente se apruebe el articulado general además que se materialice todas las apuestas que como sociedad es necesario dinamizar. Por tanto, como parte del movimiento social colombiano generaremos todas las alternativas de exigir y legitimar los derechos históricos de los pueblos sin prescindir de la movilización social como única garantía de ser escuchadxs.
Se requiere como prioridad de políticas públicas que de verdad promuevan la permanencia y el retorno al territorio rural, que protejan la cultura y las prácticas armónicas de coproducción política del cambio, que reduzca las contradicciones legislativas que atropellan y arrinconan las comunidades rurales
Enfrentarse a las realidades actuales y los desafíos mundiales implica que los sectores económicos den un salto cualitativo en el entendimiento de nuestras problemáticas reales como país y los esfuerzos que deben primar y sobresalir para el bien común de la mayoría de la población colombiana.
Invitamos a sintonizar los intereses de diferentes actores de la sociedad, en particular de los sectores económicos, con los ciclos de la naturaleza y la crisis climática, en clave de construir rutas y escenarios eficientes en el cambio que requiere el país, el sistema económico, y no menos importante el sistema político
Bogotá, D.C., 29 de marzo de 2023.