Campesinos y campesinas víctimas del comercio de carbono en bosques
Testimonio de Sarwadi, campesino indonésio
Sarwadi Sukiman, un campesino de Sumatra (Indonesia), está en estos momentos compartiendo su experiencia en el encuentro de las Naciones Unidas en Poznan sobre el clima, como integrante de la delegación de la Vía Campesina. Su historia muestra lo que ocurre cuando se implementan planes como el REDD (Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación) y cuales son los impactos que producen en las vidas de los pequeños agricultores. REDD es un nuevo mecanismo negociado por el Marco de la Convención de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC), que facilita financiación a países en vías de desarrollo para proteger los bosques y así poder capturar carbono y estabilizar el clima. El mecanismo de comercio de carbono está recibiendo mucho apoyo internacional en la conferencia de Poznan. Sin embargo el impacto real de esos programas en los campesinos y pueblos indígenas es desastroso.
Sarwadi es originario de la aldea de Tanjung Lebar en el distrito de Muara Jambi. En esta área, durante los ochenta, el desarrollo de la explotación industrial del bosque ( para madera, papel) robó los bosques a los pueblos indígenas. Las compañías privadas explotaron los bosques hasta su agotamiento. Cuando acabó la concesión del gobierno, las compañías se marcharon, dejando detrás una área devastada.
En el 2002, cuando la concesión expiró en la aldea forestal de Sarwadi, el campo se había quedado estéril. Los campesinos y pueblos indígenas lo reclamaron para producir alimentos como arroz, alubias y frutas. Mil quinientas familias organizadas en la Unión de Campesinos de Indonesia (SPI) ocuparon áreas con una extensión de 101.365 hectáreas, donde trabajaron el campo, construyeron sus casas y crearon sus territorios y sus comunidades.
Desafortunadamente, algunas ongs locales e internacionales establecieron una compañía llamada PT Reiki, que pidió al Gobierno el permiso para utilizar esta área para la restauración del ecosistema. El consorcio de las ONG está constituido por la Yayasan Burung Indonesia, Sociedad para la Protección de las Aves ( RSPB) y Bird Life International. Ellos recibieron el permiso para manejar estas áreas durante 100 años (1).
Cuando la compañía tomó el control de la zona, los campesinos y pueblos indígenas fueron expulsados de su tierra, fueron intimidados, detenidos e interrogados. Fueron forzados a firmar una carta en la cual aceptaban dejar el área y no regresar más. Algunos campesinos fueron a la cárcel y después puestos en libertad. Uno de ellos fue detenido durante 6 meses por defender la tierra de la comunidad.
El 2 de noviembre de 2008, el Príncipe de Gales fue invitado a Sumatra para ver los esfuerzos de reforestación hechos por el gobierno de Indonesia. PT Reiki, fue uno de los lugares visitados por el príncipe Carlos en su campaña para salvar el bosque. Utilizando la amplia cobertura de los medios para este evento, Dieter Hoffman, responsable del programa internacional del Birdlife International, anunció que la compañía estaba explorando las oportunidades de beneficiarse del REDD, el mismo plan negociado durante la conferencia de Bali sobre el Cambio Climático en diciembre de 2007. Dijo que si se desarrollara, este bosque en particular en la provincia de Jambi podría absorber tanto carbono como las emisiones anuales en Manchester. (2)
Sarwadi junto con otros agricultores miembros de Vía Campesina que están en estos momentos en Poznan, denuncian proyectos tales como REDD. Con este nuevo plan se permite a las empresas que impidan a las familias campesinas a utilizar la tierra para producir alimentos, que son necesarios para alimentar a las comunidades y sus países. La deforestación, que es una de las principales causas del calentamiento global, no la producen los campesinos e indígenas, sino las grandes empresas, a las que se les concede el derecho a explotar comercialmente el bosque. Por tanto, los bosques no deberían ser explotados industrialmente por compañías multinacionales. Deberían ser utilizados por los habitantes de las aldeas que las pueden manejar de una manera sustentable.
La delegación de la Vía Campesina en Poznan está sorprendida de ver que las conversaciones sobre el clima estén concediendo tanta atención a la iniciativa REDD. Significa que el debate está girando de las obligaciones de países desarrollados a reducir sus emisiones a las obligaciones para los países en desarrollo de reducir el carbono. Los principales contaminadores enviarían simplemente algunos fondos al extranjero y continuarían con su negocio como siempre.
Los campesinos de la Vía Campesina creen que en vez de perderse en los esquemas del comercio de carbono la conferencia tendría que enfocarse en implementar nuevas iniciativas con el objetivo de cambiar el modelo de producción. Se debería fomentar la producción local y la protección de los recursos basada en los seres humanos, porque utiliza menos energía de origen fósil y mantiene los recursos y las comunidades locales. Los pequeños campesinos en todo el mundo defienden la soberanía alimentaria como una manera de superar la crisis climática. Es el derecho de las personas a definir sus propias políticas alimentarias, dando prioridad a la producción local y a la agricultura sostenible de pequeña escala.
Por Tejo Pramano y Sarwadi Sukiman