Biodiversidad, lucha y resistencia marcaron “Intercambio Global Adopta una Semilla” en Brasil

El “I Intercambio Global Adopta una Semilla” organizado por La Vía Campesina en Brasil, se destacó por la biodiversidad, lucha y resistencia con que las campesinas y campesinos de la zona del “sertão sergipano” han  protagonizado a lo largo de los últimos años, no solo por el acceso a la tierra, sino para mantenerse en ella como sujetos del campesinado.

La delegación de La Vía Campesina, compuesta por quince delegadxs de organizaciones campesinas oriundxs de países como: Suiza, Argentina, Perú, Nicaragua, Palestina, Costa Rica, Corea, Zimbabue y Brasil,  visitaron las experiencias del MPA en la Unidad de Producción Campesina (UPC) en Canindé del São Francisco, en la zona del “sertão sergipano”, espacio donde el Movimiento viene trabajando la formación y la educación tanto política, como técnica. Según destaca Elielma Barros: “un espacio de experiencias, prácticas agroecológicas, de resistencia y también de formación técnica y política”.

El área contempla 22 hectáreas, que hoy está bajo los cuidados del Movimiento, y había sido destinada a la producción de frutas para la exportación. A través del manejo intensivo y del uso de agrotóxicos, se había transformado en un área inviable para la producción. “El proceso de recuperación del suelo y cultivo del área cumple dos años y hoy tenemos implantadas diversas técnicas sostenibles y agroecológicas que permiten la recuperación del área, la producción de alimentos, semillas criollas y también un espacio de estudio y formación para los campesinos, militantes y simpatizantes de la causa”, explica la joven campesina.

En este espacio, el grupo tuvo la oportunidad de conocer el pomar, el compost, espiral de plantas medicinales, la huerta e invernaderos, los cultivos y experimentos de los educandos. La biofábrica de fertilizantes, la casa madre de Semillas Criollas – que acoge a más de 50 variedades criollas -, así como el proceso de tratamiento solar de agua y alcantarilla (alcantarillado) y el espacio que es protegido como símbolo de la conquista del área: un “barraco de lona” que por mucho tiempo fue la vivienda y el dónde arroparse cobijo de los campesinos y campesinas del MPA que se desafiaron a transformar el área en un espacio productivo, diversificado, agroecológico y de formación constante.

También recorrieron Porto da Folha, en Sergipe, donde visitaron la unidad campesina de Doña Cida Silva, una campesina que tiene en su área una infinidad de planas y animales, cada uno con su finalidad y uso. Cida fue la precursora en la implementación de biodigestores en Sergipe, tanto que recibió el Premio Mandacaru y, por consecuencia, logró que fueran implementados 86 biodigestores en el estado.

En un trabajo desarrollado junto a la Articulación del Semiárido (ASA), la Comunidad presenta diversos trabajos realizados por la Asociación de Mujeres “Resgatando a Sua História”. La Asociación nació de un deseo, una voluntad de las mujeres”, explica Cida que aún completa cuando el grupo pasa por la Casa de Semillas Criollas: “aquí muchas familias cogen la semilla para multiplicar. Cada familia adopta a una semilla para cuidar y después devuelven parte de las semillas para la Casa, así ellas efectivamente permanecen en las manos de los campesinos y campesinas. Nuestra Casa Madre, allá en la UPC, es nuestra gran esperanza”, finaliza la campesina.

El grupo con representantes de los cuatro continentes estuvo en Brasil para conocer las experiencias del MPA con semillas criollas y también para internacionalizar la acción “Adopta una Semilla”, que integra la Campaña Internacional “Semillas Patrimonio de los Pueblos a Servicio de la Humanidad” promovida por La Vía Campesina a escala mundial.

Por Adilvane Spezia – Periodista y militante del MPA

Traducido por Amanda Verrone