16oct23: Comunicado de la Articulación de Mujeres CLOC-LVC Centroamérica

16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación. Este día fue proclamado en el año 1979 por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación). En muchos países las políticas económicas actuales impiden el desarrollo de la agricultura campesina y favorecen a la agroindustria hoy por hoy, la expansión del agronegocio en el mundo provoca la especulación y conlleva al aumento del precio de los alimentos acabando con la soberanía alimentaria y la cultura alimentaria de los pueblos.

Ayer celebramos el día internacional de la Mujer Rural, momento para destacar el papel de las mujeres en la agricultura principalmente porque las mujeres producimos entre el 70 y el 80 por ciento de los alimentos de los países en vías de desarrollo. Para la Articulacion de Mujeres de la CLOC-Vía Campesina nuestra lucha por la Soberanía Alimentaria está creciendo en Centroamérica, los esfuerzos de nuestro Movimiento Campesino Internacional logro la aprobación de la Declaración de los Derechos Campesinos y de Otras Personas que Trabajan en Zonas Rurales por la ONU, nuestra lucha es hoy para lograr la implementación de la misma en cada uno de los países de la región.

La adopción por cada uno de los países de Centroamérica es sumamente importante por la realidad que enfrenta la región. Según el Panorama Regional de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe 2022 elaborado conjuntamente por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/ OMS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).


En Mesoamérica, la inseguridad alimentaria moderada o grave aumentó significativamente en la mayoría de los países entre los trienios 2014-2016 y 2019-2021. En Guatemala, el incremento fue de 13,2 puntos porcentuales, aumentando la prevalencia a más de la mitad de la población del país (55,9%). La mitad de la población de Honduras también experimentó inseguridad alimentaria moderada o grave, con un aumento de la prevalencia de 8,3 puntos porcentuales. En 2020, tanto el Caribe como Mesoamérica se vieron afectados por tormentas tropicales extremas. Estos devastadores desastres naturales tuvieron efectos adversos en la salud, destrozaron los medios de vida de miles de hogares, y destruyeron gran parte de los cultivos de la zona (Klotzbach et al., 2020; Waddell et al., 2021). Junto con las consecuencias limitantes de la pandemia de la COVID-19, esta situación puso aún más en peligro la seguridad alimentaria, al obstaculizar directamente la capacidad de las personas para producir y acceder a los alimentos.


Además menciona que, en Mesoamérica, 61,9 millones de personas sufrieron inseguridad alimentaria moderada o grave en 2021. La inseguridad alimentaria se mantuvo mayoritariamente sin cambios en esta subregión entre 2014 y 2019, pero entre 2019 y 2021 la inseguridad alimentaria moderada o grave aumentó en 11,9 millones de personas, En 2021, la inseguridad alimentaria afectaba al 40% de la población de América Latina y el Caribe, en comparación con la prevalencia mundial del 29,3%. Además, las disparidades específicas de género existentes en la inseguridad alimentaria, donde las mujeres se ven más afectadas que los hombres, muestran una brecha mayor en esta región que en el mundo. Estas preocupantes tendencias en materia de inseguridad alimentaria podrían explicarse, en parte, por el hecho de que la región tiene el mayor nivel de desigualdad del mundo, sumado a que fue fuertemente impactada por la pandemia, la cual afectó desproporcionadamente a las mujeres.

Ante estas alarmante cifras manifestamos que sigue vigente la apuesta de la Via Campesina por la Soberanía Alimentaria donde los gobiernos de la región deben reconocer el papel de las mujeres rurales en la producción de alimentos, rescate de los conocimiento ancestrales, rescate de las semillas nativas y la producción agroecologica. Por otro lado deben trabajar para acabar con todas las formas de violencia en el medio rural.

Con convicción, abrimos camino al Feminismo Campesino y Popular, construimos Soberanía Alimentaria y luchamos contra la crisis y la violencia.