“Yo soy María do Fetal”

Noticias de La Vía Campesina

La VI Conferencia Internacional de la Via Campesina dedica una emocionante mística a María do Fetal, una compañera asesinada por su novio. 

“Yo soy María do Fetal”, retumbaba en la sala Reforma Agraria del recinto Padepokan Pencak Silat en Jakarta, Indonesia, donde se está celebrando la VI Conferencia de La Via Campesina, y donde hay reunidas más de 500 campesinas y campesinos de una setentena de países. Ayer fue un dia especial, en el que se rindió un emotivo homenaje a María do Fetal, víctima de la violencia contra la mujer, asesinada el pasado mes de enero.  En esta actividad también se reafirmó la  importancia de la Campaña Basta de Violencia contra las mujeres que llleva la Vía Campesina desde el 2008. Fotos de la mística contra la  violencia hacia las  mujeres.

Maria do Fetal era de nacionalidad portuguesa y residente en Brasil. Una motujer fuerte y comprometida que estuvo apoyando al Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) y a la Vía Campesina Brasil e Internacional. María formó parte, entre tantas otras actividades, del equipo de intérpretes de la 5° Conferencia Internacional de la Vía Campesina en Mozambique (2008) y recientemente había apoyado con la traducción de nuestra cartilla sobre la campaña “Basta de Violencia Contra las Mujeres” y como interprete en muchas de las actividades de nuestra organización.

La sala grande de la VI Conferencia no había estado nunca tan silenciosa desde el inicio de las asambleas el pasado dia 6 de junio, un ambiente místico inundó la sala para dedicar este espacio a la compañera María. Doce muejeres sujetaban las doce letras que componen su nombre en el centro de la sala. Mientras, fueron levantándose, una a una, unas quince mujeres repartidas por el público de la sala, que sujetaban carteles encima de sus cabezas. “Violencia pscicológica, violencia física, violencia sexual, violencia doméstica, violencia económica”, rezaban las pancartas que lentamente dispusieron en una lona que levantaron entre todas a modo de tumba, simbolizando así, el deseo de poner fin de todo tipo de violencia contra las mujeres.