Sudáfrica: Una Reforma Agraria Integral es fundamental para la construcción de la soberanía alimentaria y la paz

Declaración de La Vía Campesina de África del sur y del Este
La región La Vía Campesina del Sur y Este de África (LVC SEAf) denuncia enérgicamente la reciente imposición de sanciones por parte de los Estados Unidos y la retirada de ayuda sanitaria vital en Sudáfrica, como resultado de la promulgación por parte del gobierno de una ley de expropiación destinada a acelerar la reparación de las injusticias territoriales coloniales.
En el contexto más amplio de la reestructuración de la estructura de poder global, la fuerte posición de Sudáfrica en defensa de Palestina y su pueblo fue vista como un golpe formidable contra la hegemonía occidental y las elites sionistas globales. Siguiendo esta dinámica, el presidente estadounidense Donald Trump, al justificar su decisión de suspender la ayuda, afirmó que una nueva constitución es una violación de los derechos humanos de ciertas clases de personas (principalmente los barones de la tierra y los herederos del régimen colonial blanco). Se afirma que corren el riesgo de verse afectados negativamente si el gobernador sudafricano lleva a cabo expropiaciones de tierras sin compensación.
El presidente sudafricano Cyril Ramaphosa firmó la Ley de Expropiación el 23 de enero de 2025. La nueva ley, entre otras cosas, alineará el programa de reforma agraria del país con la Constitución. El proyecto de ley establece un nuevo concepto de compensación “justa y equitativa”, que reemplaza el enfoque anterior de “comprador y vendedor interesados”.
Desde 1994, año en que Sudáfrica obtuvo la independencia, la reforma agraria ha sido una prioridad constitucional para reparar las injusticias derivadas de la desposesión de tierras (que, como resultado de la Ley de Tierras Nativas de 1913, dio lugar a que más del 70% de las tierras agrícolas fueran propiedad de un pequeño número de agricultores comerciales blancos) a través de la restitución y el acceso equitativo a la tierra. El objetivo era redistribuir el 30% de las tierras agrícolas para 2030. Para finales de 2024, el gobierno sudafricano afirma haber redistribuido el 25% de las tierras cultivables del país.
Sudáfrica está tardando décadas en reducir la pobreza, la desigualdad (su coeficiente de Gini, 63,0, es el del país más desigual del mundo) y el desempleo, que actualmente ronda el 31%. Un gran número de personas (alrededor de 12 millones de personas) viven en extrema pobreza, y aproximadamente el 40% (25 millones de personas) vive en la pobreza.
Una reforma agraria integral es esencial para construir la soberanía alimentaria y la paz en Sudáfrica. Ahora, LVC SEAf, exigimos que Estados Unidos respete las medidas que está adoptando el gobierno sudafricano para corregir las injusticias coloniales y promover la prosperidad, la dignidad, la justicia, la unidad, la igualdad y la paz entre sus ciudades. La reforma agraria y la redistribución de la tierra son algunas de las soluciones vitales para combatir la alta pobreza, la desigualdad y el desempleo en Sudáfrica.
Por último, reafirmamos nuestro compromiso de movilizar la indignación colectiva para enfrentar las acciones de AgriSA y Afriforum, que pretenden sostener que se trata de injusticias territoriales coloniales. Denunciamos toda forma de opresión e injusticia. Como región, nos solidarizamos con nuestras organizaciones miembros en Sudáfrica, el Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (LPM) y la Campaña de Reforma Agraria para la Soberanía Alimentaria (FSC), y todxs aquellxs que luchan por el acceso a la tierra como una forma de emancipación.
¡Basta de injusticia! Como región, nos comprometemos a construir estrategias para enfrentar el imperialismo, el colonialismo, el racismo, el patriarcado, la xenofobia y todas las formas de violencia y dominación.
Amandla Awethu!