“Para La Vía Campesina la Agroecología es un enfoque tecnológico subordinado a objetivos políticos profundos”

El campesinado,  y el mundo en su conjunto,  hoy vive en un sistema que se hace cada vez más brutal, agresivo y criminal, en este contexto, La Vía Campesina emergió de procesos de resistencia desde los territorios, que buscan impedir que el campesinado desaparezca, garantizando que futuras generaciones permanezcan en el campo en condiciones de dignidad, para que la agri-cultura campesina siga alimentando a los pueblos; con saberes ancestrales, alimentos saludables y accesibles que garanticen la Soberanía Alimentaria por medio del Agroecología Campesina.

Como  parte del Encuentro Global de Escuelas y Procesos de formación en Agroecología de La Vía Campesina, que inició ayer y que irá hasta el próximo 30 de Mayo, en Güira de Melena, Cuba, se debatió sobre la Agroecología y la Formación. Durante estos días, este espacio busca potenciar el debate y la reflexión de la formación en agroecología como elemento estratégico dentro de La Vía Campesina. Además, de socializar, actualizar y apuntar líneas políticas y acciones comunes de formación política y técnica en agroecología como parte de los desafíos del movimiento campesino.

Son muy diversas las resistencias que se dan en el norte y sur global, sin embargo, La Vía Campesina en su caminar de 25 años, ha logrado articular la voz del campesinado,  y en esta unidad en la diversidad, ha desarrollado valores estratégicos como el internacionalismo y la solidaridad que le han permitido construir una agenda común de lucha. Hoy millones de campesinas y campesinos resisten al despojo, la expulsión, la persecución, la criminalización y los asesinatos por la defensa de sus territorios para garantizar la Soberanía Alimentaria y Agroecología de los pueblos.

En los distintos continentes se vive situaciones de dictaduras de distinto corte y con rasgos crecientemente fascistas, la guerra se usa como arma en expansión y en sus distintas formas. Y en este escenario, se ve el rol del campesinado con desprecio, se lo invisibiliza y estigmatiza, a pesar de ser un actor clave en la alimentación  y el futuro de la humanidad;  puesto que cerca del 70% de la producción de alimentos es fruto de las manos  y de conocimientos campesinos. No obstante, campesinxs, indígenas, pescadores, pastores, etc. se encuentran en situación de miseria, hambre y agotamiento. Hoy el capital ve al campo como uno de los focos de su avance y expansión, a través del acaparamiento de tierras y la agricultura extensiva.

La Vía Campesina ha convertido en una herramienta política muy importante para los pueblos, desafiándose, en un marco donde el agronegocio y las corporaciones transnacionales tienen muchos privilegios, a mantener vivo al campesinado con plenos derechos y luchando por transformar la sociedad, por una reforma agraria popular para construir la  Soberanía Alimentaria.

En ese sentido, para La Vía Campesina la Agroecología es un enfoque tecnológico subordinado a objetivos políticos profundos, y por tanto, la práctica de la agroecología necesita ser: colectiva, orgánica al movimiento, solidaria, ajustada a las condiciones materiales y políticas concretas.

La irrupción de Escuelas y procesos de Formación en Agroecología que buscan unificarse A nivel global, responde a la necesidad de formación técnica – política porque en muchos contextos los sistemas campesinos de construcción, socialización y uso de conocimientos han sido agredidos y a los menos parcialmente destruidos, a partir de la Revolución Verde y la expansión del agronegocio. Por eso, una tarea estratégica es intercambiar y replicar metodologías,  sistemas de campesino a campesino, pues la formación técnico-científica institucional cada vez está  más al servicio de la agresión del capital. En la sociedad en la que vivimos, los profesionales (agrónomos, extensionistas, técnicos, veterinarios, profesores, etc.) están irremediablemente en una situación de poder frente a campesinos y campesinas.

La Vía Campesina con estos encuentros se plantea seguir desarrollando formación técnico-metodológica en agroecología, con una base política potente, teniendo claro objetivos como la emancipación humana, la superación de todas las formas de opresión patriarcal   y machista, la conquista de la  reforma agraria popular y defensa radical de los territorios, con el fin de sostener acciones de lucha y resistencia a largo plazo que permitan alcanzar la Soberanía Alimentaria.

Como movimiento campesino, la Soberanía Alimentaria es un principio político que debe servir para orientar discusiones en todos los niveles, para estudiar, debatir y reflexionar nuestras prácticas agroecológicas. Para afirmar el papel histórico y actual del campesinado y las razones de su situación. Además, reconociendo que todas las riquezas de la humanidad surgieron de la creación de la agricultura, principalmente ejercida por mujeres campesinas. Las campesinas fueron y son las mejores genetistas de la humanidad: ellas han creado toda la diversidad de la agricultura, la culinaria, los sabores, los aromas, las fibras que se visten, todo son creación campesina. Esos conocimientos acumulados son los que han permitido que hoy haya civilización. Pues las riquezas de los imperios, incluso del capitalismo, existen porque la primera acumulación vino de la riqueza creada por la producción campesina.

Sin embargo, el campesino vive hoy en una grave situación de pobreza porque se le ha quitado la tierra y su producción. Por esta razón,  otra tarea de las organizaciones es profundizar el conocimiento sobre los enemigos comunes; estados, corporaciones trasnacionales, organismos multilaterales, disputando sentidos, para conocer qué es el capitalismo y cómo se comporta, y el papel de la Revolución Verde en el avance del capital,  para así desarrollar estrategias colectivas de lucha y resistencia, como lo son las escuelas  y demás procesos formación que son  importantes trincheras que buscan acabar con el latifundio del conocimiento y conquistar la Agroecología Campesina para la Soberanía Alimentaria.